El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) no encontró indicios de vandalismo en su edificio, de donde a principios de semana sustrajeron cuatro computadoras con información sobre contratos de conservación vial.
El robo fue confirmado por José Luis Salas, director del Consejo, quien explicó que dos equipos son propiedad del Conavi y otros dos de la Contraloría General de la República (CGR).
Según explicó, el lunes pasado, cuando los funcionarios entraron a trabajar, se percataron de que habían desaparecido máquinas de la Contraloría, que estaban ubicadas en una oficina del primer piso.
Además, desde el jueves 7 de febrero también habían sido sustraídas otras dos computadoras de la gerencia de Conservación Vial, en el tercer piso.
“Hasta donde yo tengo entendido, no hay nada quebrado”, dijo Salas en alusión a la sustracción de los equipos de la Contraloría.
En la oficina de comunicaciones del ente contralor confirmaron el robo desde el miércoles.
“Desde finales del año pasado, fiscalizadores del área de Servicios de Infraestructura de la CGR realizan una auditoría en el Conavi referida a las contrataciones sobre conservación vial. Sin embargo, como la auditoría está en proceso no se puede adelantar mayor información”, dice un correo electrónico enviado a La Nación.
Buscan pruebas. Desde el lunes, miembros del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) acudieron al Conavi para tratar de encontrar indicios que lleven a identificar a los responsables de los robos.
Según dijo Salas, en el Conavi hay cámaras de vigilancia en todos los pisos e incluso en los sótanos, y las grabaciones ya están a disposición del OIJ.
En la Contraloría General de la República descartaron que el hecho afecte el avance de pesquisas.
“En términos de la auditoría en curso, no se verá afectada porque, por políticas institucionales de la CGR, todo el material requerido y en proceso de estudio tiene el correspondiente respaldo de seguridad. Procederemos como corresponde en lo relativo al robo ante las autoridades judiciales”, señaló.
Lo mismo dijo Salas, quien señaló que si alguien quería “desaparecer” información debió llevarse reportes escritos, pero no lo hizo.