Un sello de papel o metal les permitirá a los usuarios verificar la seguridad de los cilindros de gas antes de llevárselos a su casa.
Ese distintivo será la prueba física de que ese tanque está registrado en una gran base de datos y está autorizado para su venta. Si carece de esa calcomanía, podría tratarse de un tanque llenado ilegalmente o sin cumplir las normas de seguridad.
La etiqueta o código de barras contendrá un número o serie para identificar al cilindro, a su propietario y el año de fabricación.
Esta información será leída electrónicamente mediante un software que instalarán las envasadoras, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
De esta forma, cada cilindro que salga al mercado deberá estar anotado en esa base de datos. Ahí también quedarán registrados el lugar y fecha de envasado.
Por su parte, las pulperías, abastecedores y supermercados deberán instalar lectores de código de barras para que puedan registrar la venta de los cilindros.
Esto permitirá rastrear en tiempo real la ruta seguida por cada tanque desde su entrada en la cadena de producción hasta que el usuario lo compre.
Tal mecanismo también facilitará fijar responsabilidades en caso de un accidente. La Aresep y el Minae tendrán acceso a la base de datos de todas las gaseras.
Mejoras. Dicho plan lo impulsa el Minae para atacar la inseguridad en el manejo del gas para cocina.
Este proyecto se une a otras medidas adoptadas por el Gobierno, luego de que la explosión de un cilindro en una soda en El Carmen de Alajuela ocasionara la muerte de cuatro personas.
La implementación del sistema de código de barras será un requisito obligatorio para que las envasadoras de gas puedan renovar sus concesiones este año.
René Castro, ministro de Ambiente, indicó que es muy probable que la organización no gubernamental GS Uno sea la encargada de implementar el sistema.
Castro detalló que el costo para el usuario será de entre ¢10 y ¢15 por cilindro, en un único cobro. Con esto se financiará la colocación del sello en los envases.
De acuerdo con el jerarca, no se autorizará la venta de ningún cilindro que no tenga el código de barras. Esto facilitará el inventariado de los 1,5 millones de tanques que, según se estima, hay en el país.
Consultado sobre la iniciativa, Felipe Mejía, de Gas Zeta, dijo que la avalan, aunque el Minae aún debe aclarar asuntos relacionados con la propiedad de los cilindros.
Mientras, Jonatan Picado, representante legal de Gas Tomza, declaró que el código de barras es pasar a un sistema moderno y acorde a los avances tecnológicos.
“Se podrá ver en una base de datos quién llenó el cilindro y por qué manos pasó”, aseveró.