La presidenta Laura Chinchilla abrió un espacio en su agenda y habilitó la tarde de l lunes para recibir a dirigentes de 10 sindicatos.
En una carta que les envió ayer, la mandataria aceptó recibirlos en Casa Presidencial a las 2 p. m.
“Esta Administración está trabajando, en momentos de dificultades fiscales, para enfrentar los grandes desafíos presentes con responsabilidad y con solidaridad. Al igual que lo he hecho con otros representantes sindicales del país, me gustaría escuchar personalmente sus planteamientos”, escribió Chinchilla en la nota.
La carta llegó a las oficinas de las organizaciones cuando estaba a punto de expirar el plazo (3 p. m. de ayer) dado por los representantes de trabajadores para que los convocara al encuentro.
Incluso, los dirigentes iban a empezar una reunión en la que posiblemente hubieran acordado llamar a una huelga indefinida.
Sin embargo, la cita con la gobernante no garantiza que no haya más manifestaciones en las calles, como la del miércoles, en la que participaron miles de personas y que paralizó los muelles de Limón y la mayoría de escuelas y colegios de todo el territorio nacional.
“Esperamos, los dirigentes de los trabajadores, que sea fructífera la reunión con la presidenta y que haya una verdadera apertura al diálogo y a la negociación. Nadie en este país quiere que nosotros paralicemos lo cotidiano, pero será imprescindible hacerlo si esa negociación no fructifica”, afirmó Ferreto.
Los funcionarios públicos protestan por el aumento salarial de ¢5.000 a la base decretado por el Gobierno para este semestre.
Además, están opuestos al plan fiscal y a que se envíe a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley conocido como salario único que, según los dirigentes, eliminará derechos laborales adquiridos.
Beatriz Ferreto agregó que solo negociarán sobre estos temas con la presidenta.
Agregó: “No estamos dispuestos a volvernos a sentar por cuarta vez con las mismas personas (ministros o viceministros) que no tienen la autoridad y poder”.