Se exponen todos los días a sobras de comida, toallas sanitarias y papel higiénico a causa de su trabajo. Sin embargo, carecen de agua potable para su aseo.
Esa es la situación de las seis mujeres que laboran en el centro de reciclaje de la Municipalidad de Alajuela, ubicado en el noroeste de la ciudad, donde deben seleccionar materiales reutilizables entre numerosos desperdicios.
“Hasta bolsas con mariscos fermentados llegan entre los materiales y, cuando uno los toca, queda ese olor por horas”, contó Isabel Chávez, una de las colaboradoras del lugar.
”No podemos ni lavarnos las manos cuando nos ensuciamos al tocar las bolsas de basura que algunas personas inescrupulosas traen junto con lo reciclable”, continuó la trabajadora.
El centro de recuperación de materiales ha tenido problemas con los servicios básicos desde su apertura, en febrero de este año, en terrenos municipales. Desde entonces, carece de agua.
Este sitio de reciclaje es el producto de un convenio entre la Municipalidad y un grupo de mujeres que aprovechan materiales como cartón, vidrio, aluminio y papel.
Yaneth Ramírez, la encargada, afirmó que esperan que el ayuntamiento les instale el servicio de agua potable porque el inmueble es municipal.
“Hasta ahora nos las hemos arreglado trayendo agua en galones desde mi casa, a unos tres kilómetros de distancia, y juntado agua llovida para lavarnos las manos”, relató Ramírez.
Félix Angulo, ingeniero municipal encargado de Gestión Ambiental, aseguró que el grupo de recicladoras debe pagar la conexión del agua como cualquier otro usuario, según el convenio.
“Ya se les dio el servicio de luz, que no están pagando. Ya se les dio la autorización para que vengan a hacer el depósito para ponerles el servicio”, argumentó Angulo, quien añadió que, una vez que paguen, se les hará la instalación en menos de 48 horas.
La encargada del centro de recolección dijo que ellas saben que tienen que pagar por el consumo de agua, así como el de electricidad, pero insistió en que el costo de la instalación debe correr por cuenta del dueño del terreno.