La CCSS saldará con presupuesto del 2011 cerca de ¢16.500 millones en facturas de proveedores por servicios o bienes que la institución adquirió este año.
La medida la adoptó la Gerencia Financiera de la institución, con el propósito de “mantener el equilibrio y sostenibilidad del Seguro de Salud”.
Así consta en el oficio GF-43.710 –del cual La Nación tiene copia– que la Gerencia distribuyó el 2 de noviembre a diversos departamentos, fondos rotatorios, hospitales y a la propia junta directiva de la entidad.
Entre lo acordado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) determinó que las facturas que ingresaran en noviembre y diciembre “serán canceladas con cargo al presupuesto del año 2011”, menciona el oficio.
Pese a esa indicación, Manuel Ugarte, gerente financiero de la entidad, aseguró que la institución no afronta dificultades en el flujo de efectivo.
Agregó que solo el mes de noviembre se cancelaron ¢22.000 millones a proveedores.
No obstante, ese pago correspondió a facturas que ingresaron a la Caja meses atrás.
Los atrasos en los pagos provocaron una enérgica reacción de la Cámara de Comercio Exterior y de Representantes de Casas Extranjeras (Crecex).
La crítica se centra en que, debido a las deudas de la CCSS, los proveedores han enfrentado complicaciones para pagar salarios y aguinaldos a sus colaboradores.
En otros casos, las empresas están atrasadas en el pago de servicios públicos o de créditos bancarios, aseguró ayer Luis Monge Rojas, director ejecutivo de Crecex.
Otra vez. El año pasado este diario informó de que la Caja cerró ese período con deudas a proveedores por poco más de ¢7.000 millones.
Para esta vez ese rubro se elevó hasta los ¢16.500 millones, lo cual equivale a más de 2.500 facturas pendientes de pago.
Ese monto no incluye deudas atrasadas que mantienen dependencias regionales de la CCSS.
Para el directivo de Crecex, “la situación cada año es más crítica y se debe, con todo respeto, a la mala administración que hace la Caja con sus fondos”.
El gerente Ugarte apuntó que “la Caja realiza una detallada programación del efectivo, con el propósito de atender los múltiples compromisos en función de los ingresos que se perciben”.
El funcionario manifestó, sin embargo, que “esos ingresos se ven directa y proporcionalmente afectados por el crecimiento de los salarios y el nivel de empleo”.
Las denuncias de los proveedores de la Caja surgen pocas semanas luego de que se revelara que la institución debió tomar intereses de las inversiones de las pensiones para poder pagar el aguinaldo a más de 174.000 jubilados.
Según Ugarte, la situación con los proveedores se debe “a la acumulación normal de facturas que ocurre al final de cada año”.