Sin contar con un estudio técnico que respaldara su decisión, en el 2009 la CCSS redujo en dos puntos porcentuales la tasa de interés de sus préstamos hipotecarios y con ello le produjo una pérdida de ¢1.600 millones a su régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Dicha medida fue adoptada por Eduardo Doryan Garrón, entonces presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y Miguel Pacheco Ramírez, actual gerente de Pensiones.
La baja en los intereses, que benefició a más de 9.900 operaciones crediticias, fue justificada como parte del Plan Escudo propuesto por el entonces presidente Óscar Arias Sánchez, para mitigar los efectos de la recesión mundial.
Sin embargo, ese plan contemplaba solo a la banca pública, no así a la CCSS.
Todo lo anterior está consignado en el informe ASF-191-R-2009 de la Auditoría Interna de la Caja, del cual
No obstante, en un análisis la Auditoría –elaborado con datos de la misma Gerencia de Pensiones– se indica que las pérdida en realidad ascienden a ¢1.600 millones.
Ese mismo monto fue calculado previamente por la Dirección de Inversiones de esa gerencia, la cual consideró que la rebaja en los intereses no procedía, pues la Caja ofrecía mejores condiciones en créditos con respecto a los bancos.
La Auditoría también señala que cuando Pacheco presentó a la junta directiva la propuesta para la disminución de los intereses, el gerente no contaba con un estudio oficial y único sobre el tema.
No fue sino hasta dos meses después de que la Junta había bajado los intereses, que Pacheco presentó el estudio oficial, “siendo un requisito sustancial en la decisión”, estima la Auditoría.
El informe precisa que el estudio fue entregado a la Dirección Financiera de la Gerencia a las 5:06 p. m. del 11 de febrero del 2009. “Es decir, cinco horas después de que el Comité de Crédito había aprobado el oficio conjunto en mención”.
“Esta situación deja dudas y vacíos sobre cuáles documentos fueron los que vio el Comité de Crédito”, cuestiona la Auditoría.
Al comparar ambos textos, se notan similitudes en la mayoría de los párrafos. Sin embargo, en el documento final algunos párrafos variaron y otros no se agregaron .
De hecho, el primer texto está tachado y con anotaciones como “esto podría ser riesgoso” y marcas con “X” para indicar exclusión.
Consultado ayer sobre si evaluó el informe “borrador”, Pacheco solo respondió que “no”.
A Doryan se le intentó localizar en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el cual ahora preside, pero no fue posible ubicarlo por medio de la oficina de prensa, ni tampoco respondió su celular.
El informe final fue dirigido solo a Doryan y a Pacheco.