Fotos de telefonos publicos en el Parque Central y frente al Correo de San Jose,que se niegan a morir a pesar de la gran cantidad de celulares que posee la poblacion. 31/5/12. Parque Central. (JORGE CASTILLO MONESTEL)
Trate de recordarlo de la manera más exacta posible: ¿cuándo fue la última vez que usted usó un teléfono público? ¿Esta semana? ¿Hace un año? ¿Hace cinco años?
No sería extraño que ni lo tenga claro. La popularización del celular hizo que muchas más personas tuvieran acceso a un teléfono que pueden llevar siempre en el bolsillo y que, con ello, comenzaran a ver hasta con un poco de desprecio a esa alternativa que sigue existiendo en los parques y aceras de muchas comunidades.
La penetración de la telefonía celular en Costa Rica recibió un impulso en el 2010 con la llegada del sistema prepago y otro nuevo con la llegada de Claro y Movistar. Mientras en 2009 cerró con 1.832.614 líneas hoy existen cerca de 4.200.000.
Adiós a la época dorada. Los números del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) muestran que la época dorada de la telefonía pública en Costa Rica fue entre el 2006 y el 2008, cuando hubo más 23.661 dispositivos. En contraste, hoy existen casi 5.000 teléfonos públicos menos: son 18.825.
“Se ha tomado la decisión de retirar algunos por problemas recurrentes de vandalismo. Eso tiene un alto costo para el ICE”, dijo Francisco Calvo, miembro de la Gerencia de Clientes de la entidad.
En el 2009, el ICE había asegurado que la atención de cada avería tenía un costo cercano a los $12 y que, en promedio, 15% de los teléfonos son dañados mensualmente.
Además de la cantidad de teléfonos, ha bajado la cantidad de minutos que los ticos los usan. En el 2009 se gastaron en ellos 21.783.764 minutos, mientras que el año pasado se hablaron 15.343.527, cerca de 30% menos. Cada minuto tiene un costo máximo de ¢10, según dijo Glenn Fallas, de la Superintendencia General de Telecomunciaciones (Sutel).
Poco uso. Un sondeo realizado por La Nación en San José, Limón, Liberia y Pérez Zeledón dejó entrever el poco uso de estos dispositivos.
En el parque Central de San José hay 24 teléfonos y, contrario a lo que sucedía hace un par de años, no es necesario hacer fila para usarlos. Algunos de sus usuarios son turistas que llegan con tarjetas prepagadas y no con monedas.
Algo similar ocurre en la plaza de la Cultura y cerca del Banco Central: apenas dos o tres teléfonos (de baterías que tiene 12 o 16 en total) son utilizados al mismo tiempo en horas de la mañana.
Mientras, en Liberia, el jueves pasado por la mañana, cinco personas usaban un celular en el parque de la localidad y solamente una buscaba un público para usarlo.
La situación fue un poco distinta en Pérez Zeledón, donde en media hora unas 16 personas hablaron por los teléfonos del Mercado.
María Monge, una agricultora, dijo que los usaba porque hace dos semanas le robaron el celular. Mientras, Milder Madriz, una comerciante, aseguró que prefiere los públicos porque cuesta que las llamadas con celulares se concreten.
En Limón, Marcia Thompson, vendedora de patíen la parada de Autotransportes Caribeños, aseguró que las personas los siguen utilizando mucho, pero que algunos están en mal estado. Varios tenían hasta telarañas.
Francisco Calvo explicó que el ICE continuará con el mantenimiento y la operación del sistema de telefonía pública existente, pero que la expansión, sobre todo en zonas rurales, “dependerá mucho de lo que la Sutel establezca en cuanto al proceso de asignación de recursos para el financiamiento de obras amparadas en Fonatel (Fondo Nacional de Telecomunicaciones)”.
El Fonatel es un fondo que se nutre del dinero obtenido con la subasta de las frecuencias en que operan Claro y Movistar, así como un porcentaje de las ganancias de todos los operadores. Su fin es ejecutar proyectos que disminuyan la brecha digital. Colaboraron los periodistas Jéssica Salazar, Carlos Eduardo Vargas y Alejandro Méndez, corresponsales de Limón, Liberia y Pérez Zeledón, respectivamente.