En Estambul, por tercer año consecutivo, la marcha del Orgullo Gay fue prohibida por el Gobierno. En Rusa está terminante prohibida: en el 2012 la justicia rusa prohibió estas marchas durante los próximos 100 años. Un año después, este país adoptó una ley contra la propaganda homosexual, que condena la difusión de cualquier tipo de promoción de la homosexualidad dirigida a menores de edad con multas y penas de cárcel.
Ese año las protestas llegaron hasta el Campeonato Mundial de Atletismo en Moscú, en donde la atleta sueca Emma Green Tregaro se pintó las uñas con los colores del arco iris como señal de apoyo a los derechos LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, y queer).
Yelena Isinbayeva, legendaria atleta rusa, condenó el gesto de Tregaro como una falta de respeto a Rusia, diciendo: "Si permitimos difundir y hacer todo esto por la calle, temeremos por nuestra nación, porque nos consideramos gente normal y corriente".
El origen
Las marchas del Orgullo Gay u Orgullo LGBTIQ se manifiestan al rededor del mundo, especialmente en junio. El 28 de este mes se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ, lo que da como resultado protestas alegres y festivas que se convierten en un espacio abierto y seguro para que que cada quien se exprese como lo deseé, pero además cumplen con la tarea de visibilizar los problemas sociales, legales y culturales que esta población sufre a diario.
Las marchas comenzaron en un principio como manifestaciones en los años 1950 y 1960 en los Estados Unidos, como respuesta a un notorio período represivo legal y social experimentado por la comunidad LGBTIQ.
En la década de los 80 se produjo un cambio importante en la organización de estos eventos. Los antes poco organizados desfiles y marchas a nivel de la comunidad se hicieron más organizados y más grandes. Los ejemplos de Estambul y Rusa se pueden sentir lejanos a nuestra realidad: En Costa Rica la marcha se acepta y se celebra por una gran mayoría.
Pero esto no es sinónimo de victoria. A pesar de los globos de colores que se perdieron entre las nubes el 25 de junio (día en que se realizó nuestra marcha), esta comunidad continúa exigiendo sus derechos: matrimonio igualitario, Estado laico, ley antidiscriminación y reconocimiento de la identidad de género.
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Cada vez que se llenan las calles de diversidad, el gremio se hace escuchar. No importa en qué parte del mundo sea. Por ejemplo, la plataforma Orgullo Crítico Madrid describe el Orgullo Mundial de la siguiente forma:
"Frente al Orgullo Mundial —o World Pride Incorporated, como nos gusta llamarlo— y su "viva la vida", este 2017 no dejamos de juntarnos, para estar más fuertes que nunca. Porque el 28 de junio sigue siendo un día de denuncia, reivindicación y lucha de todas aquellas disidencias de género, sexuales, afectivas y relacionales, seguimos trabajando por un orgullo inclusivo, no mercantilizado, ni mercantilizable, ni consumible".
Por esto se convoca siempre a la marcha, a estar presentes, a ser solidarios y tolerantes con el otro. No para recibir una medalla, sino para reconocer que a pesar de las conquistas, queda bastante por recorrer.