En dos años, los ticos bajaron en 33% el gasto promedio en llamadas desde sus teléfonos celulares.
Mientras que para el cuarto trimestre del 2010 cada usuario pagaba a la operadora un promedio mensual de ¢8.465, para finales del 2012 ese monto se redujo a ¢5.593.
Así se desprende del Informe de Telecomunicaciones 2010-2012, divulgado por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Las llamadas desde el celular también muestran una disminución si esta se mide por minutos.
Así, mientras entre el 2011 y el 2012 el número de líneas activas creció en un 32%, el tráfico de voz apenas lo hizo en un 18%.
Esto significa que el consumo por línea se contrajo. Pasó de un promedio de 147 minutos por mes, al cierre del 2011, a un promedio de 121 minutos mensuales en el 2012.
Hace dos años, el 90% de los ingresos de los operadores venían del tráfico de voz y solo el 7% de datos.
En el 2012, esa composición ya había variado y la voz pasó a representar el 87% y los datos 11%. El 2% restante lo aportaron los mensajes de texto multimedia.
De acuerdo con Wálter Herrera, a cargo interinamente de la Dirección de Mercados de la Sutel, esto tiene varias explicaciones.
Primero, hay una socialización del mercado móvil. Es decir, hay más gente con celular, pero muchos de los nuevos usuarios tienen menor poder adquisitivo y, por lo tanto, hablan menos. No obstante, impactan las estadísticas.
Otra razón es que con la llegada de los teléfonos inteligentes o smartphones, muchos usuarios sustituyen las llamadas por otras formas de comunicación vía Internet. Estas incluyen desde aplicaciones como WhatsApp, Viber y Voxer hasta el mismo correo electrónico o las redes sociales ( Facebook, Twitter, entre otros).
Según Herrera, también se ha dado un abaratamiento del servicio, lo cual impacta la facturación.
Más económicos. Además, el estudio de la Superintendencia refleja que los clientes pospago consumen, en promedio, 1,5 veces más minutos que los de prepago.
En el último trimestre del 2012, por ejemplo, cada línea prepago reportó un consumo promedio de 323 minutos trimestrales (107 minutos al mes). Mientras las pospago casi duplican el gasto con 554 minutos (184 minutos mensuales).
Esto ha permitido que, a pesar de que la modalidad pospago ha sido desplazada velozmente por la telefonía prepagada, los primeros continúan siendo un soporte vital en la facturación de los operadores. De acuerdo con la Sutel, al cierre del 2011, 47 de cada 100 suscriptores tenían líneas prepago y 53 de cada 100, eran pospago. Un año después, el prepago había atrapado a 66 de cada 100 abonados y en pospago solo se mantenían 34 de cada 100.
No obstante, en cuanto a ingresos están empatados. Para finales del 2012, la mitad de los recursos tarifarios que llegaban hasta los operadores provenían de pospago y la otra mitad del consumo prepago.
De 2011 al 2012 los ingresos por llamadas de celulares prepago crecieron un 42%, mientras los provenientes de líneas pospago más bien decrecieron en un 9%.