Una lista de viejas promesas electorales sin cumplir baja el ánimo de los indígenas para asistir a las urnas el domingo 2 de febrero.
Los malos caminos en sus pueblos, la falta de agua potable en comunidades como Quitirrisí de Mora y una ley sobre autonomía territorial que sigue estancada tras 20 años de discusión, son las razones de su desesperanza.
“Cada cuatro años, los políticos vienen a alzar sus banderas y luego se olvidan de nosotros. Lo que pasa es que el indígena ya no es tonto y muchos ni quieren votar”, dijo Maikol Morales, líder en Talamanca.
Según el censo del 2011, en Costa Rica hay cerca de 71.400 indígenas mayores de 18 años y distribuidos en 24 territorios.
Los líderes indígenas de Talamanca, Óscar Almengor y Maikol Morales, aseguraron que en las últimas dos semanas se ha incrementado la presencia de los partidos políticos en sus territorios, sin que haya un interés notorio de los electores por participar en el proceso.
“Hay una apatía muy fuerte en el pueblo. Los gobernantes llevan años prometiendo cosas que nunca llegan a cumplir. Por eso, la gente se desilusiona y pierde todo interés por la política”, dijo Morales.
Desigualdad. De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los indígenas de Costa Rica presentan un rezago en desarrollo social con respecto al resto de la población.
Las cifras revelan desigualdad; muestra de ello es que, mientras el 72% de la población tiene acceso al celular, solo un 36% de indígenas posee este aparato.
En educación, mientras el 97,6% de la población de Costa Rica sabe leer y escribir, la tasa de alfabetización indígena llega al 89,6%.
“Ese el resultado de un enfoque de desarrollo que ha dejado al margen a los pueblos indígenas, no solo en Costa Rica, sino en toda la región”, afirmó Yoriko Yosukawa, representante de la ONU, en una entrevista con La Nación, en el 2013.
Los indígenas también demandan mayores controles en Alto Telire de Talamanca para bajar la incidencia del narcotráfico.
“En esa zona, los indígenas son utilizados como mano de obra barata por narcotraficantes. Se necesitan mejores opciones de empleo y de educación”, dijo Almengor.
Los líderes comunales critican que, una vez electos, los gobernantes mantienen invisible su agenda, sus necesidades y las costumbres.
“El desarrollo de los indígenas es un tema que no es prioridad para los políticos”, destacó Morales.