Los pobladores del Valle Central deberán convivir en los próximos meses con la ceniza que continuará lanzando el volcán Turrialba.
Así lo advirtieron ayer especialistas del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) y de la Red Sismológica Nacional (RSN), al anunciar que las erupciones se presentarán con más frecuencia y el país debe prepararse para enfrentar las consecuencias.
Guillermo Alvarado y Mauricio Mora, de la RSN, explicaron que las emanaciones serán similares a las ocurridas entre el jueves y viernes, que alcanzaron entre 1.000 y 2.000 metros de altura. “Creo que la más fuerte del jueves se magnificó, pero fue muy similar a la ocurrida en octubre pasado. La gran diferencia es que ahora el viento, con ráfagas de 40 km/h, arrastró las partículas a una gran parte de San José y provocaron que se cerrara el aeropuerto Juan Santamaría. Eso mismo, creemos, va a seguir sucediendo”, dijo Alvarado.
Ascenso de magma. Tanto los expertos de la RSN como Javier Pacheco y Geoffroy Avard, del Ovsicori, coincidieron en que el magma (mezcla de roca fundida, minerales y gases que tiene una temperatura de 700 °C y presiones muy elevadas) que está a profundidad en el volcán, lo encontraron en octubre a una distancia de entre 5 y 4 kilómetros de la superficie del cráter. Ahora se estima que subió a 1 km del cráter.
“Cuando se da ese ascenso hay rupturas en la roca, debido al calor y las presiones. Se abren ductos hacia la superficie a través de los cuales sale expulsado el material, que es material acumulado de erupciones antiguas y un poco de magma. Esas son las erupciones que se están presentando en la actualidad”, aclaró Alvarado.
De esas emanaciones, las partículas más finas son las arrastradas por el viento y caen como ceniza. Hay también bloques o piedras que hasta ahora se han encontrado a unos 400 y 800 metros de los alrededores del cráter.
Incierto. Guillermo Alvarado explicó que no se puede pronosticar cuánto tiempo puede tardar el magma en llegar a la superficie pues hay mantos acuíferos que lo enfrían. “Puede darse la situación de que el magma no sea mucho y todo se quede ahí”, dijo.
Empero, para los vulcanólogos el proceso va a seguir y anunciaron que, con fundamento en los antecedentes del volcán, se estima que la probable erupción más fuerte con magma sólido (piedra), gases y vapores podría alcanzar una altura de hasta 8 km y caer en un radio de hasta 5 km alrededor del cráter.