En el 2013 se plantearon varios proyectos viales pero se quedaron varados. ¿Qué salió mal?
Durante el 2013 se ejecutó lo que correspondía, de acuerdo con los esfuerzos orientados a licitar, adjudicar e iniciar obras.
”En el 2013 se avanzó con la ejecución de las obras del préstamo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) habiendo ya adjudicado casi todo. Solo falta Pozuelo–Jardines del Recuerdo, que recibe ofertas en enero”.
Solo dos obras movieron tierra. Circunvalación no empezó, tampoco la vía a San Ramón o los pasos a desnivel. ¿Cómo superar eso, incluso para el Gobierno que viene?
Hay que trabajar fuerte en transformar nuestras instituciones, buscando tecnificarlas, hacerlas más eficientes y más transparentes. Es complejo en un entorno en donde prevalece la crítica destructiva y el populismo. Nosotros trabajaremos hasta el último día del Gobierno, pero es fundamental que el proceso de transformación y mejoramiento siga.
Sin embargo, la balanza queda desequilibrada en obras que se prometieron y las que quedan hechas.
Hemos trabajado mucho. El entorno es muy complicado. Las críticas de la sociedad son muy fuertes por la mala imagen histórica y falsas concepciones de la integridad y capacidad de todos los funcionarios públicos, con muy injustas generalizaciones, pues en el sector público hay gente extremadamente buena y trabajadora.
¿Qué le deja este Gobierno a los que viene?
El avance dado a nuestro ordenamiento jurídico y esquema político–social en la gran mayoría de proyectos. Con las excepciones de la ruta 1856 (trocha) y San José-San Ramón, es poco más lo que se hubiera podido hacer en un país en donde las licitaciones públicas a veces tardan más de dos años en resolverse. Dejamos una serie de leyes que les permitirán trabajar mejor.