Ubicar en un albergue a una menor de 16 años que se considera hombre, se ha convertido en un dolor de cabeza para el PANI.
La adolescente ha estado en seis diferentes alternativas de protección y ha escapado en 17 ocasiones de los albergues.
El último lugar adonde se trasladó fue a un albergue exclusivo para hombres, apelando a su identidad de género (ella se declaraba hombre). Sin embargo, una funcionaria del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) presentó un recurso de habeas corpus contra el PANI, pues consideró incorrecto haberla enviado a ese sitio. Ella consideró que, por el sexo femenino, “estaría en riesgo físico y sexual allí”.
La Sala resolvió el recurso a favor de la funcionaria y ordenó al Patronato ubicar a la menor en un albergue “óptimo para la tutela de sus derechos”.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) explicó que la menor también ha sido atendida en el IAFA e ingresó dos veces al Centro Juvenil Zurquí.
Sin embargo, en acatamiento a la orden de la Sala, el PANI buscará otra alternativa de protección para la joven.
La psicóloga Vanessa Alfaro dijo que ella necesita ser valorado por profesionales que le ayuden a tener claridad sobre su identidad sexual. “Corresponde ubicarla donde se sienta mejor”, señaló Alfaro.