Para Kevin Segura, de nueve años, este domingo no fue un día cualquiera.
Este pequeño, vecino de Sagrada Familia, San José, contaba los días, desde hace semanas, para asistir a la megafiesta de navidad que realiza la Asociación Obras del Espíritu en el Estadio Nacional, en La Sábana.
La actividad convoca a 35.000 menores de bajos recursos de todos los rincones del país.
“Me levanté a las seis de la mañana, no se me podía pasar la fiesta”, comentó el menor.
La ilusión de recibir un regalo al final del evento se mezcla con la emoción de conocer el Estadio Nacional, el mismo en el que ven jugar a la Sele.
“Recuerdo la primera vez que vine, fue hace tres años y lo que más me gustó fue conocer el Estadio Nacional porque nunca había entrado a un estadio”, expresó Keysi Salazar, otra de las beneficiadas.
La niña, de 12 años, vecina de Hatillo, sabe que este año fue su último evento como beneficiaria. Sin embargo, el próximo espera asistir como voluntaria.
Salazar asegura que aún conserva las muñecas y los peluches que le regalaron en años anteriores.
Además, intervienen grupos artísticos, animadores y colectivos de payasos para entretener al público durante las cuatro horas de la reunión.
En la jornada participan 2.200 voluntarios que se encargan de repartir comida entre las graderías, vigilar el ingreso, envolver y entregar más de 52.000 juguetes.
Este año se consiguieron varios vuelos para que 50 niños tuvieran la oportunidad de sobrevolar el Estadio Nacional durante el día.
Desorden. Para ingresar al inmueble, los menores hicieron, junto a sus acompañantes, largas filas por varias horas.
Las puertas del Estadio se abrieron minutos después de las 11 a. m. La entrada fue lenta y desordenada, según varias personas consultadas por La Nación.
En varios portones de acceso hubo tumultos, empujones y hasta niños llorando.
Sofía Rodríguez, vecina de Coronado, criticó el desorden y los atrasos al ingresar.
Incluso, la Policía de Transito tuvo que cerrar la calle que pasa al costado oeste del Estadio Nacional por la gran cantidad de personas sobre la vía.
A pesar de esto, Sergio Valverde, director de Obras del Espíritu Santo, señaló que la celebración debe realizarse en el Estadio Nacional porque los niños piden que se haga en ese sitio.
“Los niños quieren conocer el Estadio Nacional, las personas de bajos recursos también tienen derecho de venir a estos lugares”, dijo el sacerdote.
Este grupo tiene 15 años de efectuar estas reuniones para poblaciones necesitadas.
Sin entrada. Cerca de 200 personas acudieron a la cita a pesar de no tener acreditaciones de acceso.
Katherine Núñez, vecina de Pavas, fue una de las madres que arribó a La Sabana con sus dos hijas para tratar de participar.
Melina Solano, encargada de prensa de la Asociación, explicó que estás familias llegan conscientes de que no pueden entrar y deben esperar hasta que se acomode a quienes sí están inscritos para ver si quedan espacios.