Es imposible pensar en mascaradas, música de cimarrona y vejigas de chancho y no asociarlas con Barva de Heredia.
Ese cantón lleva en su ADN la tradición de las mascaradas. Por más de 100 años, cada mes de agosto, cientos de jóvenes salen a las calles vestidos de payaso con vejigas de chancho infladas para lanzar golpes a quienes se atrevan a desafiarlos.
Jonathan Chaves, uno de los organizadores, explicó que la fiesta se realiza en honor a San Bartolomé, patrón de Barva.
“Esto se trabaja con el comercio y los vecinos que aportan un granito de arena, entre todos hacemos la fiesta, son más de 50 comercios los que aportan dinero”, dijo Chaves.
Cada vejiga tiene un costo de ¢1.500 y cada participante usa tres por día. El festejo se extiendan por más de una semana.
“Me visto (de payaso) desde hace tres años, desde pequeña he venido a los payasos en Barva, no dan miedo los golpes”, comentó Lindsay Reyes, una de las participantes.
Fotos: Adrián Soto.