Una contundente reacción protagonizó ayer el director suspendido de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), Mario Soto Baltodano, luego de que el diputado independiente Rodrigo Gutiérrez le atribuyera severas declaraciones.
Mediante un comunicado de prensa, Soto desmintió las afirmaciones realizadas por el congresista ante el Juez Cuarto de Instrucción, Ewald Acuña, la cual el propio Gutiérrez entregó a la prensa el lunes.
El diputado se reunió el lunes 12 de febrero, con Soto, y de testigo estuvo presente el asistente de Gutiérrez, Carlos Roberto Loría. Luego el juez le pidió audiencia, y en ese momento se elaboró una declaración jurada, texto donde se cita lo que supuestamente les narró Soto.
Ayer Mario Soto sostuvo que el diputado "demostró su mala fe y sus delirios de protagonismo, que desgraciadamente comprendimos muy tarde". El jerarca suspendido de la DIS refutó cinco de los siete puntos expuestos en la mencionada declaración.
Anoche Rodrigo Gutiérrez se mostró tranquilo y señaló que iba a estudiar con detenimiento el documento de respuesta entregado por Soto; no obstante, ratificó que se trató de una "confesión no solemne" pues el juez Acuña decidió que era suficiente y optó por no tomarles declaración.
Soto se encuentra suspendido de su cargo por orden del presidente, José María Figueres, quien encargó una investigación a la Procuraduría General de la República, por la presunta vinculación de Soto con la empresa española Astur Seguridad, ligada a un supuesto caso de espionaje telefónico.
Por otra parte, en el aspecto judicial, ayer el departamento de Información y Relaciones Públicas del Poder Judicial confirmó que el juez Acuña interrogó a tres funcionarios de la DIS, a quienes se atribuye el haber sacado de la aduana del aeropuerto Juan Santamaría el equipo proveniente de España y dirigido a la empresa Astur.
Extraoficialmente trascendió que uno de los entrevistados por el juez fue Wílliam Elizondo, chofer de la DIS, quien presuntamente fue el encargado de sacar el equipo de la terminal en un auto de esa dependencia. Fuego cruzado
Para Mario Soto, el diputado Gutiérrez tergiversó la conversación que tuvieron y dejó entrever que la declaración jurada "podría contener graves delitos cometidos por ambos personajes", con cuya afirmación también incluía al asistente del congresista.
Soto Baltodano desmintió categóricamente que él haya reconocido la existencia de las supuestas intervenciones a altos funcionarios y hombres públicos, tal y como lo consignó el diputado. "En la DIS no se hace ese tipo de trabajo y tampoco tengo conocimiento de que hayan sido realizadas por cualquier otro órgano del Estado", señaló.
Frente a ello, Gutiérrez Schwanhauser también lo rebatió. "No me interesa en absoluto hacer protagonismo con hechos tan graves que afectan la salud moral de la República. Este asunto del espionaje rebasa partidos e ideologías, y no es posible permitir que una dependencia estatal y que recursos públicos estén destinados al espionaje político", sentenció el diputado.