Tres jóvenes estaban sentados ayer en el parque Central de Alajuelita; uno con un cigarro en la mano y los otros con patinetas. Los tres, con edad de estar en el colegio, pero sin pisar una clase en el primer día del curso lectivo 2014.
Por unos minutos, estos tres muchachos dejaron lo que hacían para ver el desfile de 236 estudiantes de su misma edad camino a la inauguración del nuevo Colegio Técnico Profesional (CTP) de Alajuelita.
Esa escena resume el viraje que el Ministerio de Educación Pública (MEP) comenzó hace cuatro años: fomentar la educación técnica en los barrios marginales para atraer al cole a jóvenes como los del comienzo de este artículo.
Solo en la administración Chinchilla se han abierto 117 nuevas instituciones bajo esta modalidad.
Se calcula que de la matrícula de secundaria del MEP para el 2014, que ronda los 361.300 alumnos, 83.200 son de colegios técnicos.
Enfoque. La apertura estas nuevas instituciones procura incrementar la inserción laboral de los adolescentes de estas comunidades, y alejarlos de riesgos como el de las drogas y la delincuencia.
El CTP de Alajuelita, por ejemplo, es resultado de un esfuerzo comunal de casi dos años, que involucró a padres, profesores y estudiantes interesados en proveer de más opciones de estudio a la juventud de este cantón.
Esto explica la fiesta en las calles y el asombro de los testigos de semejante jolgorio, entre ellos el muchacho del cigarro y los chicos de las patinetas.
El pulpero, el verdulero, los niños de la guardería, las amas de casa... ¡todos salieron a ver qué pasaba! La música de la cimarrona y las campanas de la iglesia anunciaron el paso de 236 colegiales.
No es casualidad que el Gobierno apoyara la iniciativa vecinal de tener un colegio técnico allí.
Alajuelita aparece de último en el índice de desarrollo humano cantonal, incluso por debajo de Talamanca, en Limón.
El CTP de Alajuelita es uno de 12 centros educativos que abrieron puertas ayer. Tres de ellos son secundarias con enfoque técnico. Además, abrieron 15 secciones nocturnas en liceos técnicos.
“Hay un gran reto: llevar a buen puerto generaciones de estudiantes que están expuestos a dejar las clases y a no trabajar”, dijo Berny Ulate, director del CTP Alajuelita.
Modesto Alpízar, director de la Escuela Abraham Lincoln, en ese cantón, y uno de los impulsores del colegio, recalcó que se ocupa el esfuerzo del comercio, el municipio y más vecinos para seguir adelante.
“Queda demostrado que los sueños se hacen realidad. Este colegio es de ustedes”, dijo.
En momentos en que Alajuelita celebraba su nuevo colegio, el ministro de Educación, Leonardo Garnier, inauguraba oficialmente el último curso lectivo de su gestión en el Liceo de Curridabat.
En su discurso, Garnier resaltó las reformas realizadas en los últimos ocho años, para enfatizar la capacidad de razonamiento de los estudiantes, pero también las iniciativas por promover la vida en comunidad y la convivencia.
“A veces, pareciera que la Educación es un entrenamiento para hacer niños obedientes. Nosotros lo que decimos es que el verdadero papel de la Educación es ayudar a cada estudiante a convertirse en la persona que quiere ser”, cerró.