Jomusa (frontera norte). El ejército nicaragüense aumentó ayer su presencia en la zona limítrofe con Costa Rica, al tiempo que anunció la búsqueda de armas entre los habitantes del asentamiento Jomusa, según informó César Collado, autoridad militar destacada en la frontera con nuestro país.
Los uniformados se encuentran desde las primeras horas de ayer en el asentamiento, y tras redoblar los puestos de control en las vías de acceso al lugar, apostaron efectivos en las casas de las 35 familias ubicadas ahí, en la propiedad localizada entre los mojones 12 y 14 de la frontera entre Costa Rica y Nicaragua.
La vigilancia sobre la población se extendió a otras áreas aledañas, y ayer no se reportó incidente alguno. Escenas de dramatismo se dieron en este asentamiento cuando jefes de varias familias, desconcertados, se percataron de que en poco tiempo tendrían que abandonar las tierras que ocupan desde hace 14 años a lo largo de franja de 213 kilómetros cuadrados dentro de suelo nicaragüense.
"Esto es lo único que valgo y lo único que me llevo", expresó Natividad Guerra, quien ayer en la tarde desmanteló las cercas que demarcaban su propiedad. Para él, ahí queda su tierra, sus cosechas y la casita, así como el esfuerzo que había entregado en sus últimos 10 años.
Agenor Avilés, presidente del comité de parceleros, rechazó ayer en forma tajante que ellos estén propiciando la creación de una nación independiente tal y como se ha hecho saber. Por el contrario, dejó entrever la posibilidad de que los campesinos estén siendo involucrados sin su conocimiento.
Esta declaración cuestiona el anuncio hecho por el finquero Augusto Rodríguez y el empresario Omar Jaén de que esa zona se declaró desde el 25 de febrero como "república independiente de Airrecú".
Los tres impulsores de la idea separatista -Jaén, Rodríguez y Luis Guillermo Marín, que ha sido el abogado- residen en el Valle Central. Ellos aseguran que se involucraron en esta causa con el fin de ayudar a la población costarricense "abandonada".
Tras el amojonamiento realizado en la zona, se determinó que los parceleros de Jomusa no están en suelo costarricense, sino en Nicaragua.
Collado, oficial del ejército de Nicaragua, afirmó que iniciarán un rastreo de armas, debido a las declaraciones de Marín -el miércoles- en el sentido de que estaban dispuestos a defender el territorio hasta las últimas consecuencias.
Avilés afirmó que ellos no tiene armas y aseguró que las únicas que existen son para cacería.
Los dirigentes de Airrecú dijeron que pedirán a las Naciones Unidas un "embargo de armas" para Nicaragua, si el ejército persiste en desalojar a los parceleros por la fuerza, y la intervención de los cascos azules.
Zona controlada
Agenor Avilés manifestó que hasta el jueves no tenían quejas sobre el comportamiento de los militares nicaragüenses, pero que eso no significa que estuvieran tranquilos. "Hay tensión porque es un clima que antes no habíamos experimentado aquí, en el asentamiento", explicó.
Desde el miércoles, los primeros soldados se hicieron presentes. Ayer era notorio el aumento del contingente, fuertemente armado.
El territorio es controlado absolutamente al punto de que no solo se vigila el movimiento interno en el asentamiento, sino que grupos de 3 ó 4 militares están apostados en las zona donde viven los campesinos y algunos dentro de sus casas.
Las medidas de seguridad, según constató La Nación, incluyen que la prensa sea acompañada por efectivos durante todo el recorrido por Jomusa.
Destacamentos fueron ubicados en otros puntos de la zona limítrofe y parte de su equipo incluye lanzagrandas RPG-7, armas AK-47 y equipos de radiocomunicación. Llegaron desde Managua a la zona, transportados en helicóptero.
A criterio de algunos parceleros, esto sería una presión para que abandonen la tierras en el menor tiempo posible.