El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que opera en el mercado de telefonía móvil con la marca Kölbi, anunció la mañana de este lunes que eliminará de su oferta de servicios la mensajería multimedia (MMS) el próximo mes.
El ICE sacará de circulación el servicio a partir del 5 de octubre próximo según precisa un mensaje de texto enviado a sus clientes la mañana de hoy. El Instituto evitó detallar en su mensaje por qué elimina el servicio, pero esto guardaría relación con el escaso uso del servicio.
El Sistema de Mensajería Multimedia (MMS; del inglés Multimedia Messaging System) permite enviar y recibir mensajes que incluyan archivos como fotos, texto, audio y video, siempre y cuando el teléfono móvil se base en una red de telefonía GSM o 3G.
Un mensaje de estos cuesta hoy ¢6 en la plataforma del ICE, pero el cobro procede únicamente si la persona los utiliza y, para ello, primero incluso debe configurarse el aparato telefónico.
Esta forma de intercambio ha experimentado un declive hace años debido a la evolución de los servicios de mensajería basados en el Protocolo de Internet (IP), entre ellos WhatsApp, Messenger de Facebook y Snapchat, entre otros. Estos servicios han monopolizado hoy la mayor parte del intercambio de archivos que otrora fue posible solo con MMS.
"Si bien hace unos años el uso y extensión de los mensajes SMS y MMS los posicionaban como favoritos de los consumidores de la telefonía móvil, actualmente arrastran un declive imparable, en un quinquenio la mensajería corta decreció 77% y la multimedia 98%", indica el último informe de estadísticas en telecomunicaciones de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
En el 2012, por ejemplo, la mensajería de texto y MMS representaban 14% del ingreso asociado al servicio de telefonía móvil con ¢38.775 millones. El 86% restante era ingreso por las llamadas (¢234.567 millones) y datos móviles (¢41.161 millones).
Al cierre del 2016, la mensajería de texto y MMS representó solo 3% (¢10.583 millones) del ingreso por servicios de telefonía ese año pero, en cambio, la creciente demanda de datos móviles totalizó ¢194.489 millones; con lo cual se cuatriplicó en cuatro años.