Los costarricenses desaprovechan la oportunidad de ahorrar y hasta de ganar dinero con la basura reciclable.
Entre un 40% y un 63% de las 4.500 toneladas diarias de desechos que generan los hogares ticos es biodegradable y, por tanto, puede ser vendido como materia prima a distintas industrias.
Bolsas plásticas, latas de aluminio, vidrio, papel, cartón, residuos de alimentos, cáscaras y hasta algunos electrodomésticos son una pequeña muestra de lo que puede ser reutilizado.
Sin embargo, ni un 10% de ese material es recuperado.
El duodécimo informe Estado de la Nación , divulgado el pasado lunes , señala que la falta de visión impide al país descubrir el potencial económico que ofrece el reciclaje de desechos.
A modo de ejemplo, el estudio estima que si el cantón de Cartago recuperara la mitad del material reutilizable que produce (115 toneladas diarias) obtendría ingresos por ¢479 millones anuales.
Este monto representa más del doble del presupuesto que el ayuntamiento local destina cada año (¢230 millones) a la disposición de la basura en el relleno sanitario Los Pinos.
De acuerdo con cálculos hechos por La Nación, la ganancia promedio en el caso de Cartago sería de ¢8.695 por tonelada.
Ahorro. El informe Estado de la Nación asegura que otro gran beneficio económico del reciclaje es el ahorro.
Señala que si el sector municipal recuperara la mitad de los residuos biodegradables, se ahorraría $29 millones (¢15.000 millones) anuales en recolección, transporte y disposición de los desechos.
Pero la realidad es que la gran mayoría de los residuos domésticos del país no se aprovechan. De hecho, cerca del 30% de la basura se va directamente a las calles, ríos y lotes baldíos.
Otro 60% es depositado por los municipios en rellenos sanitarios, vertederos semicontrolados y botaderos “a cielo abierto”.
Según el informe, la recuperación de desechos para reciclar no ha sido prioridad en la mayoría de los planes de manejo de basura de las municipalidades, por “falta de visión integral y de largo plazo”.
También incide el hecho de que para comenzar un programa de reciclaje a gran escala se requiere una fuerte inversión inicial.
“La escasa rentabilidad política del manejo de desechos hace que otros proyectos (como obras de infraestructura) obtengan mayor respaldo que la adquisición de camiones para recolección discriminada o la construcción de centros de acopio”, agrega el documento.
Entre los ayuntamientos que más han apoyado las iniciativas de reciclaje figuran Escazú, Naranjo, Orotina, Pérez Zeledón, San Rafael de Heredia, Tilarán, San Isidro de Heredia, Jiménez, y Abangares.
Una dificultad adicional es la falta de sitios de recolección.
El informe indica que en el país se desconoce el número exacto de centros de acopio de material para reciclaje, pues solo hay 25 centros comunitarios registrados en una red llamada Redcicla.
Sergio González, director ejecutivo del Centro de Productividad Nacional (Ceprona) y coordinador de Redcicla, informó ayer de que el número de afiliados sube a 32 con empresas y organizaciones no gubernamentales.
Estos centros reciben diferentes tipos de plástico, aluminio, metal, vidrio, papel y mecate.
Los desechos se procesan y se convierten en variados artículos como tarimas, muebles para interperie, envases y play grounds.