Hasta hace unos años, era casi insólito, pero últimamente cada vez ocurre con más frecuencia: los niños y los adolescentes denuncian ante el PANI a sus propios padres.
Aunque el PANI no contabiliza los reclamos de menores contra sus padres, ahí calculan que, al menos, el 5% de los asistentes a la Academia de Crianza van a esas capacitaciones tras ser denunciados por sus hijos.
El año pasado, el Patronato recibió 4.392 llamadas a la línea 1147, de las cuales 3.060 fueron de menores. El 39% se originó en la provincia de Limón.
Los conflictos familiares (30%), la agresión psicológica (15%) y la agresión física (14%) se mantienen como las situaciones que, en mayor cantidad, violentan los derechos de los menores.
Laura Chinchilla Barrientos, coordinadora del Centro de Cultura de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia del PANI, atribuye el aumento al empoderamiento de los menores de edad.
“El maltrato y la negligencia siempre han existido. Lo que sí es novedad es que los niños estén tomando consciencia a muy temprana edad de ser sujetos dignos de respeto y con derechos humanos”, explicó Chinchilla.
“Los niños se les están plantando a los padres y les están diciendo: ‘ni siquiera por ser mi papá o por estarme manteniendo, tiene derecho de humillarme o maltratarme”, añadió.
Según el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), otro factor que incide es la creación de más instancias accesibles a los menores para pedir ayuda. A los canales tradicionales, como las oficinas locales y el 911, se suma la línea 1147 de asistencia para niños y jóvenes, el sitio web y el perfil de Facebook.
Tatiana Mejía, coordinadora del Centro de Orientación e Información del PANI, explicó que la línea 1147 tiene dos psicólogas atendiendo de 7 a. m. a 10 p. m.
Estas se hacen cargo de valorar la urgencia de las denuncias y determinar si podría existir una violación real de derechos. “Se trata de explorar qué es lo que está pasando y discriminar si es un asunto de mal manejo de límites o falta de capacidad de negociación. Es importante que haya profesionales en Psicología en las líneas”, señaló Mejía.