La vida de escolares y colegiales de Calle Fallas de Desamparados ha cambiado en las últimas semanas.
Los recesos ahora se acortan para que salgan más temprano, mientras que en el recorrido a sus casas se topan con más policías.
Estas son algunas de las medidas que los ministerios de Seguridad y Educación tomaron ante la ola de violencia que azota la zona.
En el lugar se registraron, en el último mes, seis crímenes, aparentemente vinculados con disputas entre bandas de narcotraficantes.
Luis González, supervisor del Ministerio de Educación Pública (MEP) en Desamparados, explicó que las medidas son parte de los protocolos de contingencia y seguridad que implementaron las seis instituciones del distrito.
“En cuanto al horario, se ajustó para que no salieran tan tarde. Ahora uno pasa por ahí y todo está cerrado temprano. La modificación no fue mucha, es solo para que no salgan al filo de las 6 p. m.”, comentó González.
Por ejemplo, en la Escuela José Trinidad Mora se redujo 40 minutos la jornada diaria de lecciones.
“Entre receso y receso se cortaron minutos para lograr que los niños, en horario de la tarde, puedan irse a las 5 p. m.”, dijo José Ángel Almanza, director de ese centro.
Mientras, en el Colegio de Calle Fallas la jornada varió 15 minutos.
Otras medidas. Como parte del plan, además, se impide el ingreso de personas ajenas a las escuelas y colegios, se revisan los paquetes que llegan y se evita que los niños se vayan solos a sus viviendas.
Incluso, se utilizan miembros de la Unidad Canina especializados en detección de drogas.
En estos operativos ya se han logrado decomisar armas de fuego y droga en pequeñas cantidades.
Dentro de las instituciones, la vigilancia la ejercen los mismos educadores. La Fuerza Pública se encarga en el exterior, labor en la que colaboran la Policía de Desamparados y la de San José.
Francisco Cordero, subdirector de la oficina regional de la Fuerza Pública de San José, confirmó las acciones en la periferia.
Asunto delicado. La Policía también trabaja en la capacitación de maestros, para que atiendan las consultas de sus estudiantes
“Realizamos las capacitaciones para evitar posibles represalias con los niños. Sabemos que dentro de los centros educativos hay menores con familiares que pueden estar relacionados (con los actos ilícitos)”, añadió Cordero.
Hay especial vigilancia en la Escuela José Trinidad Mora y en el Liceo de Calle Fallas, que son las instituciones más cercanas a la zona donde se dieron las muertes.
Ahí, el 5 de agosto fueron asesinados a balazos los hermanos Rebeca y Alejandro Guzmán Arce. El hecho ocurrió a pleno día.
Cuatro días después, desde un vehículo dispararon contra un bar y produjeron la muerte del cuidacarros Édgar Eduardo Calderón Quirós y un cliente del local, identificado como Paúl Martínez.
El 17 de agosto, en urbanización Monte Claro, fue hallado el cuerpo de Dónovan Córdoba, de 19 años, quien contaba con antecedentes por robo agravado. Dos días después, el cuerpo calcinado de un hombre, que no ha sido identificado, fue dejado en la zona.
Estos sucesos propiciaron el despliegue de 220 oficiales que patrullan en distintos horarios.
“Son controles que procuramos realizar en todas las comunidades, pero, en esta ocasión, nos unimos con el MEP para intensificar la seguridad de los niños”, comentó Francisco Cordero.