Monteverde, Puntarenas. La Corporación de Gasolineras de Monteverde MDS S. A. inició los trabajos de remodelación de la única estación para venta de combustibles en Santa Elena, cabecera del distrito Monteverde.
Las obras tienen que ver principalmente con el cambio de los tanques de almacenamiento.
El 30 de abril, la Dirección de Hidrocarburos, del Ministerio del Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet), clausuró la gasolinera.
El administrador de la futura estación, José Mora, señaló en setiembre que el costo de la inversión superará los ¢60 millones.
“El compromiso es que en tres meses y medio esté terminado el proyecto. Ya se iniciaron los trabajos de remoción de tanques y todos los materiales ya están aquí. Además, se van a agilizar los permisos”, agregó el encargado.
Julio Matamoros, viceministro del Ambiente, dijo que facilitarán el trámite de los permisos.
“Además de las mejoras físicas, debe darse un cambio en el título de la propiedad”, agregó Matamoros.
Corporación de Gasolineras de Monteverde MDS S. A. compró la estación al grupo Asociación Solidarista de Empleados de Monteverde y Afines.
Esta asociación es la que aparece registrada como concesionaria ante el Minaet.
Venta ilegal. Desde el cierre de la gasolinera, vecinos y visitantes adquieren diésel y gasolina en casas, talleres y otros negocios, los cuales no cuentan con permisos.
El viceministro Matamoros señaló que el Minaet no cuenta con el recurso humano suficiente para llevar a cabo operativos de control en la zona de Monteverde.
Por su parte, la intendenta del Concejo Municipal de Distrito, Novelty Castro, afirmó que no han recibido más denuncias de lugares en los que se expenda combustible sin autorización.
“Los dos casos denunciados fueron atendidos con el fin de evitar que se continuara con la venta. Algunas personas nos han cuestionado los cierres pues consideran que la venta de combustible es una necesidad”, comentó.
Castro se refirió a la preocupación de los empresarios por la ausencia de la estación para atender la demanda tanto de los turistas como de los lugareños.
“Algunos empresarios se quejan de una disminución en la llegada de visitantes a la zona porque estos temen quedarse sin combustible”.
El pasado 22 de setiembre, un vendedor, que pidió el anonimato, dijo a este diario que atiende a unos 20 clientes por día.
“Sé que corro un riesgo y no tengo permisos para funcionar, pero lo que vendo es en caso de emergencia”, señaló. Colaboró la corresponsal Antonieta Benavides.