Entre alamedas y avenidas josefinas, existen cuarterías que sirven de guarida para narcotraficantes, proxenetas y drogadictos.
Según el director de la Policía Municipal de San José, Marcelo Solano, tienen detectados al menos unos 250 cuartos que se alquilan para actividades ilícitas, como drogadicción y explotación sexual comercial de menores.
“El problema es que es un fenómeno muy intermitente. Se cierra el local comercial porque opera de manera ilícita y luego lo reabren”, manifestó Solano.
Los puntos de San José que están bajo la mira de los agentes de seguridad son las avenidas 5 y 7, los alrededores del antiguo mercado del Paso de la Vaca y las cercanías de la bomba La Castellana.
“Este año se han encontrado unos cinco menores de edad en altísimo riesgo, ya que se encuentran con adultos sin que exista ningún grado de consanguinidad”, explicó Solano.
El Ministerio de Salud es el encargado de ejecutar las clausuras de este tipo de recintos si incumplen las normas sanitarias.
Sin embargo, para desalojar una cuartería primero se debe notificar al propietario y luego a cada uno de los inquilinos que habitan en el recinto.
Además, las autoridades solo pueden hacer el desalojo en horario diurno.