Una cruz de ceniza sobre la frente de los católicos marcó ayer el inicio de la Cuaresma: cuarenta días para la celebración de Semana Santa, que será del 13 al 20 de abril.
Francisca Arce – de 81 años y vecina de Tirrases, Curridabat–, asistió a la misa del inicio de Cuaresma, a las 8 a. m., en la catedral metropolitana. Para ella, la ceniza es una forma de reconciliación con Dios y pedir perdón por los pecados.
“Meterse en la iglesia solo por asistir, no tiene sentido. Uno se come a todo el mundo; nadie es perfecto y tiene que arrepentirse, pero de corazón”, dijo Arce.
En la homilía de este miércoles, el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, explicó a los feligreses presentes la importancia del ayuno, la reconciliación y el fortalecimiento de los valores.
“Es un tiempo para reconciliarnos con Dios y con nuestros hermanos. Este es el camino para responder a tantos desafíos que enfrentamos en la sociedad moderna, tan llena de cosas, pero tan vacía de valores”, dijo el religioso.
El arzobispo hizo referencia a frases del papa Francisco y pidió a los católicos que se priven de ciertos bienes, con el fin de ayudar a las personas más necesitadas.
“Con toda claridad, el Santo Padre dice que nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele”, dijo el arzobispo.
En la catedral metropolitana, hubo quienes venían de Limón y Guanacaste a escuchar la misa que presidió el arzobispo.
“Viajé desde el martes para estar en la misa de Cuaresma. Él era nuestro obispo de Limón y yo quería estar en la misa”, dijo Carmen Acuña, vecina de esa provincia.
En la celebración se recordó que el arzobispo Quirós cumple 34 años de ordenación sacerdotal.
Confesión. Para Francisca Arce, el tiempo de Cuaresma es un tiempo que los católicos deben aprovechar para la confesión.
“Uno tiene que ser humilde y reconocer que se equivoca; somos seres humanos y pecamos. Yo también oro por todas aquellas personas que van a la iglesia, pero solo por apariencia. Muchos me rechazan con la mirada por mi pobreza ”, afirmó “doña Toda”, como la llaman en su barrio de Curridabat.
Con la frase “polvo eres y en polvo te convertirás”, los sacerdotes impusieron la cruz de ceniza a los feligreses, en un acto de reconocimiento público de los pecados.
Aunque la tradición es un acto que aún los católicos celebran con fervor, algunos consideran que los jóvenes son los más ausentes en este tipo de actividades religiosas.