Las calles de Cot de Oreamuno, el Miércoles Santo, durante la tarde y noche, fue abarrotada no sólo por los fieles de la comunidad, sino por visitantes que querían presenciar, la “procesión de las promesas o de las cintas”, única en el país.
Es una tradición, que se inició en l96l, según dijo el dirigente comunal y religioso, Guillermo Maroto, y que por su singularidad, con el tiempo atrae a un turismo religioso cada año más.
Consiste, agregó Maroto, en que los devotos y creyentes, adquieren cintas de diferente tamaño y multicolores, para ceñirlas a la cintura de un Jesús Nazareno, vendado, solicitándole su intervención, para que les otorgue un milagro o agradecerle ya los concedidos.
En esta ocasión, la ceremonia fue presidida por el Obispo de Cartago, José Francisco Ulloa, quien se hizo acompañar del Alcalde de Cartago, Rolando Rodríguez, entre otros representantes de la provincia.
Co, como se llamó originalmente, esta comunidad precolombina, es el pueblo más antigua de la provincia de Cartago, fundado en l56l por los conquistadores españoles, que dedicaron la ermita, hoy Santuario Diocesano, a San Antonio de Padua.