Nicoya, Guanacaste. Justo en momentos en que la relación con Nicaragua volvió a un punto de tensión, el Gobierno de Costa Rica anunció ayer un aumento en la vigilancia en la frontera norte “en aras de fortalecer tanto la seguridad ciudadana como nacional”.
Este anuncio lo hizo la presidenta Laura Chinchilla -y lo reafirmó un comunicado de la Casa Presidencial- en una visita que hizo a la escuela policial Murciélago, del Ministerio de Seguridad Pública, en Cuajiniquil, La Cruz, Guanacaste.
La visita a Murciélago se dio luego de que las protestas anunciadas en su contra en Nicoya la obligaran a cambiar la agenda programada, confirmó el director de prensa de la Presidencia, Jorge Protti.
Inicialmente, la celebración de los 189 años de la Anexión del Partido de Nicoya iba a darse en la mañana, pero la Municipalidad la pasó para las 5 p. m. ante el anuncio de las manifestaciones, las cuales finalmente no tuvieron la fuerza que previeron sus organizadores.
Al ver liberada su agenda de la mañana, Chinchilla decidió ir a la escuela policial Murciélago, que opera en una finca de 57 hectáreas, frente al mar, que perteneció al exdictador nicaragüense Anastasio Somoza, expropiada en 1978.
Allí, ella entregó 40 patrullas doble tracción al Ministerio de Seguridad Pública para la vigilancia de la frontera y saludó a los 195 policías que se instruyen para reforzar la seguridad fronteriza.
Dicho grupo resguardará, sobre todo, la trocha de 160 kilómetros de extensión que corre paralela al río San Juan y que ha sido cuestionada por el Gobierno nicaragüense.
El anuncio de más vigilancia policial se da a cuatro días de que se conociera que la administración de Daniel Ortega busca dar en concesión para exploración petrolera bloques de territorio marítimo de Costa Rica en ambos mares.
Ante ese hecho, la Cancillería tica anunció que podría presentar nuevas demandas internacionales contra Managua por violentar la soberanía costarricense.
Esta acción se suma a las tensiones derivadas por la invasión nicaragüense en el 2010 a una porción de isla Calero, en el Caribe norte, conocida como isla Los Portillos, lo cual desencadenó una acusación ante la Corte Internacional de Justicia.
En un comunicado de prensa, Chinchilla dijo ayer que el Gobierno “seguirá fortaleciendo la seguridad en la frontera norte, tanto para proteger los derechos soberanos de Costa Rica que fueron afectados por la intrusión a isla Portillo como para luchar contra el narcotráfico y en defensa de los derechos de los costarricenses y nicaragüenses de la zona”.
En cuanto a los mares, también anunció un aumento en las medidas de seguridad justo casi en el límite con Nicaragua.
Lo primero, será abrir una estación de guardacostas en Cuajiniquil en Santa Cruz, “la cual permitirá tener un mayor control marítimo”, dijo la Casa Presidencial.
Lo segundo, será construir “la estación de Coyote en Nandayure en un terreno de 1.551 metros” que tendrá una embarcación de $300.000 asignada a vigilancia.
Y en Nicoya llovió. Mientras la presidenta hacía los anuncios en La Cruz, en Nicoya miembros de los 34 grupos que conforman el Foro de Guanacaste y sindicalistas, protestaron contra el Gobierno. Sin embargo, terminaron pasados por agua y sin que nadie del Poder Ejecutivo los escuchara. Los manifestantes cumplieron su palabra de marchar por el centro de Nicoya.
El líder de las manifestaciones, Wilmar Matarrita, ligado al Frente Amplio y con aspiraciones electorales en ese partido, dijo que habían cumplido su objetivo, que era “poner en la agenda nacional las carencias de Guanacaste”. en el parque a las 5:45 p.m., en la que fue la última rendición de cuentas de su Gobierno.