San José. Redacción
Aprovechando el sol mañanero, cientos de personas se lanzaron a la calle para celebrarle el día a sus madres.
Este feriado se convirtió en un día de filas enormes esperando por un puesto en los restaurantes, y también largas y lentas presas en las principales ciudades.
Los cementerios recibieron a decenas de visitantes desde tempranas horas de hoy. Ligia Segura, vecina de Heredia, visitó de buena mañana la tumba de su madre. Contó que así lo hace desde hace ro años, cuando la señora murió.
Maria Teresa Monge, oriunda de Desamparados, salió con su hija Silvia y su nieta Melissa a comerse un delicioso pescadito que se le antojó, aunque tuvieron que esperar como una hora para que abrieran las puertas del restaurante en el Mall Paseo de las Flores, en Heredia.