Esta vez, no funcionó la idea de vender candidatos como vender Coca Cola. La estrategia de colocar a los candidatos como productos de mercado, para consumo de los votantes, no le sirvió a Iván Barrantes para llevar a los aspirantes del Movimiento Libertario a las alcaldías.
El mismo estratega que obtuvo los mejores resultados de la historia del Partido Acción Ciudadana (PAC), en la elección nacional del 2014, y que fue en parte responsable de que Luis Guillermo Solís sea el presidente hoy, fue quien estuvo a cargo de la fallida campaña municipal del partido de Otto Guevara.
Un día después de las elecciones en los 81 cantones, Barrantes aceptó una llamada de La Nación para analizar las razones de las múltiples derrotas libertarias, que no ganó ni una de las 67 alcaldías por las que compitió.
Para el especialista en campañas de comunicación, la génesis de la derrota se resume en una palabra: dinero. ¿El problema? El Movimiento Libertario no lo tenía.
Barrantes aseguró que desde octubre no fluían los recursos, amén de que el mecanismo del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para financiar a los candidatos municipales no implica adelantos de dinero ni colocación de certificados de cesión de la deuda.
"Si no hay recursos, el componente estratégico se debilita mucho, porque no tenés cómo construir comunicación, colocar ideas y hay que irse a lo táctico: organización, trabajo de campo, estructura, que casualmente son las partes más débiles del partido", aseguró en tono resignado, al teléfono.
En eso coincide Barrantes con Otto Guevara, el líder histórico del ML. El partido es pequeñito, apenas puede atribuirse la simpatía de un 4% del electorado de todo el país, dice el estratega. En los comicios municipales del domingo 7 de febrero, solo alcanzó un 3,4% de los votos para alcaldes.
Y eso no alcanza para ganar municipalidades, máxime cuando Liberación se deja un 32% del electorado nacional y, además, entra al baile electoral con un fideicomiso , matizó el estratega.
"La chequera".
Barrantes no deja de ver una campaña electoral como un mercado, con productos/candidatos más rentables que otros. Por eso, considera que para mover el mercado, todos sus participantes deben poner a fluir los recursos.
"Cuando los actores no invierten en el mercado, este no se mueve. Por eso es que la elección fue muy fría. Cuando eso sucede, quien tiene los recursos es el ganador, y ese fue el PLN, que logró conseguir un crédito, por fideicomiso, de ¢1.500 millones. Prácticamente, Liberación puso la música del baile y es muy difícil competir contra eso", comentó Barrantes.
Una vez asumido el reto de hacer el chocolate sin el cacao, que no lo tenía, Barrantes considera que tenía dos opciones: salir corriendo o ir hasta el final.
Como si fuera uno más de los candidatos libertarios a un puesto de elección, el estratega dice que le tocó meterse a fondo, arrollarse las mangas, cual libertario de cuna.
Aunque fue parte fundamental de la victoria de Solís y su oferta de servicios ganó plusvalía con los 1,3 millones que le depositaron en la cuenta electoral al ahora presidente, Barrantes mantiene que esta vez, con el proyecto libertario, le tocó ser un peón más del equipo y dejar de lado su faceta de estratega.
Como entrenador de fútbol, dice el comunicador, se pierde o se gana. Con el partido perdido, niega que haya perdido valor como estratega y, más bien, considera que vendrán otros proyectos o procesos electorales.
Los mejores productos.
El estrategia contratado por los libertarios, a quien le pagaron por su fidelidad absoluta al proyecto de Guevara de ganar diez alcaldías y 100 regidores, tuvo que discriminar los candidatos más rentables, donde él dice que "veía potencial".
De esa forma, no todos los 67 aspirantes del ML entraron en la estrategia libertaria de Barrantes.
"Igual nosotros, al no tener tantos recursos, tratamos de limitar el trabajo en candidaturas bien competitivas, la de Santa Ana, la de Escazú, la de Pococí, la de Grecia. Hay otras por ahí, donde se obtuvieron muy buenos resultados, Tilarán y Talamanca, por ejemplo", dijo.
Así como le tocó, sin dinero, discriminar entre unos candidatos más rentables para el mercado que otros, también considera que hay proyectos políticos más posibles que otros.
"Yo sí le digo que el ML no está muerto, tiene sus ideas y planteamientos, tiene mucha demanda en el mercado, especialmente en el mundo joven. Es cuestión de afinar algunas cosas estructuralmente y construir una buena oferta", manifestó Barrantes, aún ligado al Libertario hasta que haga una evaluación de lo sucedido para sus empleadores.
Incluso, se atrevió el estratega a augurar que tiene más potencial el partido de Guevara que el Frente Amplio de José María Villalta o que el Republicano Social Cristiano, de Rafael Ángel Calderón Fournier.
"Estamos hablando de que para el 2018 el padrón va a estar hecho de un mundo de 18 a 35 años, casi el 50% del padrón, donde los conceptos libertarios, de la libertad del individuo tienen mucho potencial", calculó.
Traspié.
El estratega añade que lo sucedido el domingo es solo un traspié y que Johnny Araya demuestra que no hay muertos en política, al igual que el Partido Liberación Nacional, que se dejó 48 de las 59 alcaldías que tenía.
"Ese mito urbano que han querido poner, de que el partido está liquidado, eso no es cierto. Vea el mismo PUSC. Incluso Liberación, quién iba a pensar que después de esa paliza que se le dio en el 2014 iba a tener una performance como la de ahora", apuntó, retador, Barrantes.
Su insistencia en que el proyecto libertario aún no muere y el hecho de que la agrupación asumiera la campaña sin plata provoca de inmediato la pregunta obligada sobre el cobreo del estratega por este trabajo electoral.
El pago, aseguró Barrantes, es malo cuando hay resultados malos; a buenos resultados, buen pago.
"Lo malo es que uno invierte muchas horas hombre, que se podrían haber invertido en proyectos más rentables. Este mes será terminar el trabajo acá, con el postanálisis y recomendaciones del caso, si hubieran conversaciones,
no tengo problema en escucharlas", concluyó el publicista.