El problema del agua contaminada con arsénico, que afecta a vecinos de San Carlos, Los Chiles y Guanacaste, podría desaparecer en cuestión de meses.
La solución dio ayer un paso, porque la Contraloría General de la República (CGR) autorizó a Acueductos y Alcantarillados (AyA) a gestionar una contratación directa para adquirir un sistema de remoción del arsénico.
El arsénico es un químico que está presente, de manera natural, en el agua, pero en altas concentraciones puede ser dañino para la salud. En las zonas afectadas, se demostró que los niveles de arsénico superan los 10 microgramos por litro permitidos a nivel nacional.
Con la autorización de la CGR, Acueductos podrá contratar la colocación de sistemas por hasta ¢1.000 millones.
AyA invitará a empresas para que oferten y garantizará la razonabilidad de los precios.
Carlos Vargas, director de Investigación y Desarrollo del AyA, explicó que el procedimiento aprobado por la CGR permitirá iniciar la instalación de los equipos a finales de noviembre.
Vargas dijo que se trata de una especie de “filtro” que elimina el arsénico y, además, trata el agua, con lo cual se convierte en apta para el consumo humano.
El funcionario de AyA informó de que a 11.000 personas les llega el agua con arsénico.
Los sitios afectados son parte de Bagaces y Cañas de Guanacaste, y Aguas Zarcas de San Carlos y Los Chiles. En esos poblados, el AyA concluyó que la única manera de resolver el problema del arsénico es instalar los nuevos equipos en las fuentes de captación.
En otras comunidades, que también presentaron el problemas, las opciones fueron el desuso de los pozos contaminados y la interconexión con acueductos potables de zonas aledañas.