El Juzgado Cuarto de Instrucción y efectivos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indagan el supuesto acceso de la empresa Astur Seguridad a pasillos restringidos del aeropuerto internacional Juan Santamaría.
Las averiguaciones iniciaron luego de que se decomisara en esa terminal aérea la copia de un diagnóstico de seguridad preparado por la compañía, propiedad de españoles, que fue allanada hace 13 días por sospechas de intervención telefónica.
Consultado sobre los alcances de ese trabajo, Mario García, gerente de Astur, comentó ayer a La Nación que se trató de un estudio, completamente gratuito, que pretendía determinar las necesidades que tenía el aeropuerto en materia de seguridad. "Desde luego que se tuvo acceso a los pasillos restingidos, pero fue en función del mismo trabajo", comentó.
Según el gerente, el diagnóstico no se cobró porque era parte de la estrategia de la empresa para introducirse en el mercado nacional.
Astur Seguridad ha protagonizado, durante los últimos 13 días, una controversia que ha trastocado los ámbitos político y empresarial en nuestro país. El motivo: la existencia de una investigación por presuntas sospechas de ejecución de intervenciones telefónicas y extorsión a sus clientes.
Esa posibilidad ha sido negada en reiteradas ocasiones por los representantes de la compañía en Costa Rica y en España.
El contacto
El primer encuentro entre Astur Seguridad y la Dirección General de Aviación Civil fue gestionado por Rafael Coronado Faith, asesor y proveedor de la entidad pública y socio de la empresa de seguridad privada.
Coronado explicó ayer a La Nación que fue él quien concertó la cita entre José Ramón Romani --en ese entonces gerente de Astur-- y Nelson Rodríguez, director de Aviación Civil, al que conoce desde hace 15 años.
"Yo he dado asesorías técnicas en Aviación Civil y, como representante que soy de casas extranjeras, también les he proveído de equipo. En Astur fui socio inicial; así que colaboré para presentar a la empresa y tratar de abrirle mercado", aseveró.
Coronado insistió en que el trabajo, efectuado entre setiembre de 1994 y enero de 1995, se hizo gratuitamente, como un "acto de cortesía".
Tanto el empresario como el gerente de Astur coincidieron en que la gestión en el aeropuerto no produjo los resultados esperados pues no se les contrató ningún servicio.
Durante la tarde de ayer se intentó localizar a Nelson Rodríguez para conocer su versión sobre el estudio, pero no fue posible localizarlo. Tampoco se pudo ubicar a su superior, el viceministro de Transportes, Francisco Nicolás.