Como uno de los máximos tesoros del Conservatorio de Castella y cubierto con tierra de ese lugar, donde dejó las mejores horas de su vida, desde ayer permanece enterrado en un jardín de esa centro de secundaria el corazón de don Arnoldo Herrera González.
La cristiana sepultura a tan vital órgano de quien fue fundador y responsable de la formación artística de miles de niños costarricenses inició a las 9 a.m., en un solemne y a la vez colorido acto que tuvo lugar en presencia de sus familiares, alumnos y profesores de la institución.
Su corazón yace dentro de una especie de copón que fue depositado en una pequeña tumba por su esposa, doña Yety Ulloa, a quien acompañaron todos sus hijos.
Una misa oficiada por el sacerdote José Alberto Quirós --primo de doña Yety-- fue el preludio de un acto en que, además, estuvieron presentes el exmandatario Luis Alberto Monge y el exministro de Eduación Uladislao Gámez, bajo cuya gestión se abrió este colegio de artes.
Sergio Herrera, hijo de don Arnoldo, y designado por el Ministerio de Educación para suceder a su padre en el cargo de director del Castella, dijo que el corazón no es de la familia sino del país y que reposará en esos jardines como una fuente de inspiración y unión para quienes como él continuarán su obra.
En el lugar posteriormente se construirá un parque.
Y como no podía ser de otra forma, el acto estuvo lleno de manifestaciones culturales: danza, poesía, música, la participación de la orquesta del Castella y también por una multitud de globos que inundó el cielo.