Desde el 11 de marzo, la vida en Japón no es la misma. La tragedia causada por el terremoto, sunami y posteriores escapes nucleares, cambió su modo de vida.
También el trabajo en la Embajada de Costa Rica, encabezada por el embajador Mario Fernández Silva, se multiplicó. La alerta inmediata pasó, y el diplomático tico relata ahora cómo Tokio ha cambiado su ritmo vital y cómo los ciudadanos, entre ellos los costarricenses que viven ahí, sobrellevan las consecuencias del desastre.
“Los karaokes están cerrados. Los edificios impresionan, porque normalmente están muy iluminados y ahora no tanto”, afirma Fernández, tratando de relatar cambios que percibe en su día a día.
“La gente sale, va a su trabajo y en lugar de hacer lo que hacían siempre, como ir a tomar un
En este sentido, agrega, la vivacidad del país, sobre todo en fines de semana y en zonas de ocio, se ha ido perdiendo. “Los japoneses viven más serenamente”.
“No hay ansiedad. Los japoneses son los mismos de siempre, disciplinados y de alguna manera se han adaptado a la situación sin hacer mayores comentarios”.
La descripción del diplomático calza con las imágenes de gente que enfrenta la tragedia sin exabrutos o crisis de llanto. Y esta conducta de los japoneses ha llamado la atención de todo el mundo.
“El agua de Tokio es tan rica como la de San José, pero hemos pasado a consumir menos, aunque un sorbito se va alguna vez”, afirma el embajador. “Lo que más tomamos es agua mineral y hay un cierto desabastecimiento” en la capital.
“No hay yogur, ni leche ni lácteos en general. En parte por miedo a la radiación y en parte porque tienen que abastecer a la zona que produce estos productos”, relata.
Fernández Silva no avala las críticas contra el Gobierno nipón por la supuesta falta de transparencia con la información del accidente nuclear. “Yo no tengo necesidad de congraciarme con el Gobierno japonés, pero creo que lo ha hecho lo mejor posible”.
“No hay falta de transparencia”, comentó al destacar las reuniones regulares con los diplomáticos extranjeros para tratar la situación nuclear. “Creo que el Gobierno japonés ha llevado bien la crisis”.
Sin embargo, no tiene la misma opinión sobre los responsables de la información de la planta (Tepco). “No les tengo ninguna confianza. Cualquier cosa te dicen y es otra”, la que está ocurriendo..
Aunque las actividades de la Embajada han sido canceladas, Fernández Silva presidió ayer una reunión con todos los embajadores latinoamericanos para preparar una visita de solidaridad con la zona afectada (noreste) prevista para el fin de semana próximo. También quiere preparar actividades culturales para recaudar fondos.
“No tenemos miedo; la gente está bien”, aseguró.