Ciudad del Vaticano. AFP. Francisco amanecerá hoy, a este lado del mundo, como Papa.
Cuando los costarricenses apenas estén despertando, este argentino de 76 años de edad ya habrá sido envestido ante millares de personas y dignatarios políticos y religiosos del mundo.
Uno de los invitados especiales es, sin embargo, Sergio Sánchez, un “cartonero” que se gana la vida recogiendo basura en Buenos Aires, la ciudad del Papa.
Sánchez representa al Movimiento de Trabajadores Excluidos y “viajó por pedido del Arzobispado”, pues conoce bien a Francisco ya que participó en algunas de las homilías que Jorge Mario Bergoglio realizaba en zonas marginales cuando era arzobispo de Buenos Aires.
La entronización estaba prevista para empezar a las 8:45 a. m. (1:45 a. m. en Costa Rica) con un recorrido del Papa por la plaza de San Pedro y calles anexas, con capacidad para 250.000 almas.
Lo haría a bordo del papamóvil o en un “ jeep” que también se usa en las audiencias públicas en la plaza de San Pedro y, tras media hora, entraría a la basílica de san Pedro, para vestir los paramentos de la misa y bajar a orar ante la tumba de San Pedro.
Después, en la plaza de San Pedro le sería colocado el palio (una estola) y el anillo del Pescador, los símbolos del pontificado.
El Papa tenía previsto dar su homilía en italiano, que debería estar inspirada en los textos del día, fiesta de San José, el patrono de la Iglesia.
“Es una homilía significativa, que da indicaciones sobre las orientaciones de su pontificado y a la que Francisco imprimirá su toque personal”, dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Durante la comunión, que el Papa no daría personalmente, un coro cantaría “Tú eres pastor de las ovejas”.
La misa estaba prevista para terminar pasadas las 4:30 a. m. hora de Costa Rica. Concluida la ceremonia, el Papa volvería a la basílica para quitarse sus ornamentos, antes de recibir a las 132 delegaciones extranjeras, entre las que destacan 31 jefes de Estado, con una nutrida representación latinoamericana.
El 266.º Papa de la historia de la Iglesia católica, un jesuita que siempre se ha caracterizado por su austero estilo de vida, pidió a los peregrinos de su país que se abstuvieran de viajar a la Ciudad Eterna y dedicaran e el dinero a ayudar a los más pobres.
Sin embargo, a juzgar por el ángelus del domingo, numerosos argentinos ya estaban en Roma para expresar su afecto al Pontífice “del fin del mundo”, que en pocos días ha insuflado nuevos aires a la institución, por su cercanía con la gente y por sus palabras a favor de una Iglesia más acogedora y cercana a los orígenes del cristianismo .
Francisco aún no ha hablado de viajes, pero los obispos centroamericanos sí. Ayer, trascendió en Managua que los prelados lo invitaron a venir a Centroamérica.
El arzobispo metropolitano de Managua, Leopoldo Brenes, dijo que que le enviaron una carta y solo esperan una cita para hacer la invitación oficial.