EscucharWashington. AFP. Síntesis de las conclusiones del informe del Senado estadounidense sobre las torturas que aplicó la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en sus interrogatorios a sospechosos de terrorismo:
El uso de técnicas agresivas de interrogatorio no fue una forma eficiente de adquirir información precisa u obtener la cooperación de detenidos.
La justificación por parte de la CIA de la utilización de estas técnicas agresivas de interrogatorio está basada en afirmaciones inexactas en cuanto a su eficacia.
Los interrogatorios fueron brutales y mucho peores de lo que la CIA había dicho a legisladores.
La condiciones de encarcelamiento de los detenidos eran más duras de lo que la CIA había descrito a los legisladores.
La CIA brindó de forma repetida informaciones inexactas al Departamento de Justicia y trabó la posibilidad de hacer un análisis jurídico correcto del Programa de Detención e Interrogatorio.
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Dos presos de la CIA: Jalid Sheikh Mohammed (arriba) y Abd Rahim al-Nashiri. | AP (FILES)
La CIA evadió activamente o bloqueó el control por parte del Congreso de este programa.
La CIA coordinó la difusión de informaciones secretas a los medios, incluidas informaciones inexactas sobre la eficacia de las técnicas de interrogatorio.
La CIA no estaba preparada cuando inició el programa de detención e interrogatorios, más de seis meses después de haber sido autorizada a detener personas.
El programa de detención e interrogatorios estaba mal instrumentado y mal dirigido todo el tiempo, pero principalmente entre el 2002 y a inicios del 2003.
Dos psicólogos externos concibieron las técnicas agresivas de interrogatorio de la CIA y jugaron un papel central en la puesta en práctica, estimación de la gestión (del) programa. (...) En el 2005, la CIA había subcontratado la mayoría de las operaciones del programa.
Los detenidos de la CIA fueron sometidos a técnicas de interrogatorio coercitivas que no habían sido aprobadas por el Departamento de Justicia o autorizadas por la dirección de la CIA.
La CIA no llevaba un registro completo o exacto de los individuos que detenía, y mantuvo personas que no cumplían los criterios para estar detenidos. Las afirmaciones de la CIA sobre el número de detenidos y de quienes fueron sometidos a sus técnicas agresivas de interrogatorio eran inexactos.
La CIA no logró evaluar correctamente la eficacia de sus interrogatorios agresivos.
La CIA raramente amonestó o responsabilizó a su personal por graves y significativas violaciones, actividades inapropiadas o errores en la gestión de personal en general.
La CIA dejó de lado o ignoró numerosas críticas internas y objeciones respecto a la puesta en práctica de la gestión del programa de detención e interrogatorios.
El programa de la CIA (...) no era viable intrínsecamente y efectivamente terminó en 2006, luego de revelaciones en la prensa, una reducción de la cooperación de otros países, y preocupaciones de orden jurídico.
El programa de la CIA (...) afectó la reputación de Estados Unidos en el mundo, y engendró costos adicionales importantes, de orden financiero y no financiero.
