Miami. AFP. El joven senador republicano Marco Rubio lanzó ayer su candidatura a la Casa Blanca y atizó la contienda electoral de cara a las elecciones presidenciales del 2016, mientras los demócratas ya consideran a Hillary Clinton su favorita.
Hijo de inmigrantes cubanos, de 43 años, el conservador Rubio anunció en Miami que buscará reemplazar en la Casa Blanca a Barack Obama, convirtiéndose así en el tercer postulante de envergadura del Partido Republicano, cuando aún faltan nueve meses para que se lleven a cabo las primarias.
“Los tiempos han llegado para que nuestra generación abra la vía hacia un nuevo siglo estadounidense”, dijo Rubio en su discurso, frente a unos 1.000 seguidores en la simbólica Torre de la Libertad en Miami, edificio donde los refugiados que huían del régimen de Fidel Castro fueron procesados entre 1962 y 1974. De ser elegido, Rubio se convertiría en el primer presidente de origen latino de Estados Unidos.
Durante su discurso, en el que dijo alguna frase en español, idioma que habla fluidamente, insistió en que pertenece a una nueva generación de políticos, en una clara crítica a sus principales rivales, la exsecretaria de Estado demócrata Hillary Clinton y su exmentor republicano Jeb Bush .
“He escuchado que algunos sugieren que debo hacerme a un lado y esperar mi turno, pero no puedo, porque creo que nuestra identidad como nación excepcional está en peligro, y yo puedo cambiar las cosas como presidente”, expresó Rubio , quien al final del acto fue acompañado por su esposa y cuatro hijos.
Rubio hizo varias menciones a sus padres, un mesero y una mucama cubanos que abandonaron la Isla en la década de 1960 para escapar de la pobreza.
Cuba es uno de los temas estrella del senador, que defiende el aislamiento de la Isla y rechaza el acercamiento iniciado en diciembre por Obama.
“Me encanta que es un estadounidense promedio, un candidato que no es el favorito, pero apasionado por este país”, declaró Kelly Steele, una activista republicana que escuchó el discurso vestida con una camiseta con los colores de la bandera de Estados Unidos y las palabras “Marco Rubio, presidente”.
Altos y bajos. Senador desde el 2010, cuando logró contra los pronósticos el escaño sobre la ola del movimiento ultraconservador Tea Party , Rubio tuvo un gran ascenso en la política de Florida, lo que lo llevó a ser admirado por sectores del Partido Republicano que le auguran un buen futuro.
Sin embargo, Rubio sufrió un golpe en el 2013 cuando una iniciativa de reforma migratoria que impulsaba junto a otros senadores, que habría conducido a la regularización de millones de indocumentados, se hundió frente a la oposición de sus propios copartidarios en el Congreso.
Sus posturas intervencionistas en política exterior también han chocado con el ala aislacionista de los republicanos.
Jeb Bush, quien fue mentor de Rubio cuando este escalaba posiciones políticas en Florida, es el republicano que encabeza las encuestas hacia las primarias dentro de su partido. Aun cuando no la ha oficializado, su candidatura se da por descontada.
Su trayectoria es la más completa: fue gobernador de Florida por ocho años y sus redes políticas y financieras, heredadas de su padre y su hermano expresidentes, le dan ventaja.
Otros dos senadores republicanos han oficializado sus candidaturas, Rand Paul , que defiende la libertad a ultranza, y Ted Cruz , también de origen cubano, más próximo a la derecha religiosa.