Washington. AP. Los divididos republicanos proclamaron el jueves a Paul Ryan como presidente de la Cámara de Representantes apelando al joven legislador de Wisconsin para tratar de restañar las heridas dentro del partido y atraer votantes para las elecciones del año próximo.
“La Cámara está quebrantada”, afirmó Ryan en sus primeras declaraciones, refiriéndose, al parecer, tanto a la fragmentación entre los republicanos como a las tradicionales divisiones partidistas. “No estamos solucionando problemas, sino agravándolos, y no estoy interesado en señalar culpables. No estamos ajustando cuentas. Estamos empezando en limpio”.
En una votación nominal, 236 republicanos pronunciaron el nombre de Ryan como su elegido. El cargo es el tercero en la sucesión detrás del presidente y el vicepresidente, y preside una Cámara que ha estado agitada por tumultos desde que los conservadores desafiantes acosaron de tal modo a John Boehner que este anunció su renuncia.
Solo nueve conservadores votaron contra Ryan y respaldaron en cambio al poco conocido representante Daniel Webster, de la Florida. Fue una cifra muy inferior a los 25 votos emitidos contra Boehner en enero. En cambio, los republicanos más rebeldes respaldaron esta vez a Ryan.
Aun así, estaba en claro que las tensiones futuras entre ese grupo y el nuevo líder de la Cámara no deben olvidarse. Los conservadores exigen cambios en el modo de operación de la Cámara, incluso una voz mayor para los legisladores de las bases para conformar leyes y decidir los presidentes de los comités. Ryan se ha manifestado flexible a esa reclamación.
“Ahora, Ryan tiene 14 meses para demostrar que puede ser presidente de la Cámara para el futuro y no del pasado”, afirmó Tim Huelskamp, un miembro del grupo conservador Freedom Caucus.
Ryan se manifestó dispuesto a ayudar a la gente de trabajo, pero su discurso de 13 minutos careció de detalles. Cuando terminó sus declaraciones se dirigió a un asistente y le preguntó: “¿Y ahora qué sigue?”.
Muchos demócratas consideran a Ryan como alguien con quien se puede trabajar, como lo hicieron hace dos años al elaborar un presupuesto de compromiso. Pero no vacilan en considerarlo un símbolo de las políticas republicanas que consideran negativas. “Espero que se oponga a las voces extremas en su grupo”, comentó el demócrata Harry Reid, líder de la bancada minoritaria en el Senado.
La líder de la minoría en la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, recibió 184 votos para presidir la cámara, todos de correligionarios. Siguiendo la tradición, entregó el martillo del titular de la Cámara a Ryan después de elogiar a Boehner por “su dedicación a esta cámara y su adhesión a sus valores”.
Ryan también saludó a Boehner, quien fue blanco de ataques de los conservadores por considerarlo demasiado inclinado a compromisos con el presidente Barack Obama.
En la galería de visitantes se encontraba Mitt Romney, candidato presidencial derrotado por Obama en las elecciones del 2012, que catapultó a Ryan a la prominencia nacional al escogerlo como su candidato a vicepresidente. También se encontraban presentes la esposa de Ryan, Janna, y sus tres hijos pequeños, que concitaron cierta atención cuando Ryan insistió en que solo aceptaría presidir la Cámara si pudiera pasar tiempo con su familia.
Inmediatamente después de escoger a Ryan para que trace un nuevo curso para su fracturado partido, los republicanos fueron juntos al recinto de la cámara baja para emitir su voto sobre un acuerdo de presupuesto por dos años convenido en días recientes entre el presidente Obama y líderes del Congreso de ambos partidos.