WASHINGTON
Al celebrar la diversidad étnica de Estados Unidos, el presidente Barack Obama dijo que los 25 soldados de origen extranjero que adquirieron la ciudadanía estadounidense el Día de la Independencia son símbolos vivientes de que recibir inmigrantes "es primordial para nuestro estilo de vida".
En una ceremonia realizada este viernes en la Casa Blanca, el mandatario prometió otras vez nuevas políticas migratorias y dijo que la enorme gama de orígenes y experiencias que hizo de Estados Unidos un crisol durante más de 200 años lo vuelve más fuerte, pero que es necesario reformar el sistema migratorio para que el país conserve su lugar como la nación más grande de la Tierra.
"La idea básica de recibir a migrantes es central para nuestra forma de vida, es nuestro ADN", declaró Obama después de que 25 soldados de 15 países alzaran su mano derecha y recitaran el juramento a la nación. "Para seguir atrayendo a los mejores y más inteligentes de todo el mundo debemos reparar nuestro sistema inmigratorio, que está quebrado".
La inmigración, siempre un tema candente, lo es más aún desde el arribo de decenas de miles de niños centroamericanos no acompañados. La ley vigente obliga a enviarlos de regreso a sus países de origen, lo cual enfurece a los defensores de los inmigrantes, que plantean que cesen las deportaciones y que los niños permanezcan en el país.
Al mismo tiempo, el presidente culpa a los legisladores republicanos por demorar la nueva ley. El Senado aprobó un proyecto amplio el año pasado, pero los líderes de la cámara baja lo han bloqueado sin proponer alternativas.
Obama anunció días atrás que buscará medios no legislativos para ajustar la política migratoria sin esperar un proyecto del Congreso. "Seguiré haciendo todo lo que pueda para volver nuestro sistema inmigratorio más inteligente y eficiente", dijo.
Mientras, más de 100 manifestantes, la mayoría defensores de los migrantes, se reunieron nuevamente afuera de la estación de la Patrulla Fronteriza en Murrieta, California, donde la agencia intenta procesar a algunos de los extranjeros que han cruzado la frontera entre México y Texas.
A comienzos de esta semana, una multitud de manifestantes en Murrieta impidió el paso a autobuses que transportaban mujeres y niños migrantes desde Texas. La Patrulla Fronteriza ha tenido que llevarlos a varias partes porque no se dan abasto con los que han llegado.