Washington y North Charleston
El aspirante a la Casa Blanca Marco Rubio pidióel viernes a los republicanos que cierren filas en torno a él para frenar al magnate Donald Trump, un "estafador" a punto de "secuestrar" el partido y el movimiento conservador.
"Si me nominan, tendrán un verdadero conservador que nos una y nos haga crecer después de este circo que hemos vivido nueve meses. (...) Tenemos mucho daño por reparar" , dijo Rubio en un enérgico mitin en Dallas, Texas, donde se presentó como la única alternativa a Trump.
"Si eres republicano y no quieres que un estafador se haga con tu partido, únete a nosotros, para que podamos poner fin a esta locura " , fue el mensaje que repitió Rubio en ese mitin, varias entrevistas y en los correos electrónicos de su campaña.
Rubio confirmó así lo que ya se anunciaba en el combativo debate republicano de anoche: ha pasado al ataque contra Trump a las puertas del "supermartes" y con el tiempo apretando para lograr su primera victoria en el proceso de primarias.
Contra la pared. "¿Alguien apretó anoche el botón del pánico?" , le preguntó el viernes una periodista de la cadena CBS. Rubio evitó responder, pero lo cierto es que necesita conseguir una victoria para apuntalar su propuesta de única alternativa para frenar a Trump.
Las encuestas no son nada halagüeñas para el joven senador de Florida. No le dan ninguna victoria en los 12 estados y un territorio que votan en la gran cita del próximo martes, conocida como "supermartes" , e incluso algunos sondeos recientes apuntan que Trump le ganaría en su estado, Florida, el también decisivo 15 de marzo.
El senador de origen cubano, en la Cámara Alta desde el 2011, sacó el viernes un nuevo as de la manga contra Trump, al preguntar a los medios por qué no han indagado en las historias de supuestos fraudes del magnate y por qué no le preguntan por el contenido de sus propuestas como al resto de candidatos.
"No podemos permitir que Trump sea el nominado, porque en el momento en que lo sea, los medios lo van a hacer pedazos. No podemos nominar a alguien a quien van a hacer pedazos porque las consecuencias son o el socialista de Bernie Sanders o alguien que mintió al país como Hillary Clinton" , argumentó Rubio.
La tesis del senador es que los medios, a los que los republicanos acusan de favorecer mayoritariamente a los demócratas, quieren que Trump sea el nominado por considerar que "sería fácil de vencer" en unas elecciones generales.
Clinton a la ofensiva. En las filas del Partido Demócrata, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton traslada el sábado su campaña al estado de Carolina del Sur, donde espera contar con el apoyo de los electores negros para derrotar a Bernie Sanders, y tomar impulso antes del súpermartes.
En esta fase de la campaña, Clinton exhibe más delegados para la convención partidaria, después de ganar dos de los primeros tres estados en que se realizaron contiendas: por un pelo en el caucus de Iowa, y algo más claramente en el de Nevada.En Carolina del Sur, donde el 55% de los electores registrados para las primarias demócratas en el 2008 eran negros, se perfila como la favorita a una nueva victoria.
Para los electores de Clinton, el senador Sanders es aún una figura poco conocida en el sur de Estados Unidos.
"Nadie sabe nada de él aquí. No ha estado en los ojos del público por tanto tiempo como lo ha estado Hillary", dijo Olivia Brown, de 26 años, durante un acto público de Clinton el jueves. Para Brown, Hillary "se ve muy presidencial".
"Hillary es un nombre muy conocido", añadió su madre, Sharon Williams, una profesora de ciencias de 57 años de edad.
"Ella no se rinde. Tiene un gran espíritu de pelea. Es capaz de seguir adelante, de encontrar nuevos caminos para recomenzar sus objetivos", dijo Williams.
Toda la familia de Clinton se trasladó a Carolina del Sur, para no dejar ningún cabo suelto en esta parada esencial de la campaña.
La esperanza es que una victoria en Carolina del Sur dará un impulso a una candidatura que hace unos pocos meses parecía imparable y que sin embargo parece titubear ante el carismático Sanders.
Acompañada por el expresidente Bill Clinton y su hija Chelsea, Hillary ha estado recorriendo iglesias de comunidades negras y universidades para repetir el mismo mensaje.