Los Ángeles
Un hombre de 42 años, con más de 18.000 saltos en su haber, hizo historia este sábado, al ser la primera persona en saltar de un avión sin paracaídas y aterrizar en una red.
Después de una caída libre de dos minutos, Luke Aikins cayó exactamente en el centro de la red de 30 por 30 metros, en la hacienda Big Sky, para películas en las afueras de Simi Valley.
Al estallar los vítores, Aikins rápidamente salió de ella, caminó y abrazó a su esposa, Mónica, quien había estado observando desde tierra junto con su hijo de 4 años, Logan, y otros familiares la faena.