Washington. EFE. Luego de las elecciones primarias del martes, Hillary Clinton se halla más cerca de lograr la candidatura demócrata a la Presidencia de Estados Unidos para enfrentar al virtual nominado republicano, Donald Trump, de cara a los comicios del 8 de noviembre.
Pero la senda de Clinton hacia la postulación presidencial se está presentando más empinada de lo previsto en la pugna que libra con su rival, el senador por Vermont Bernie Sanders, quien se ha proclamado “socialista democrático”.
La exsecretaria de Estado, quien se postula como continuadora de las políticas del presidente Barack Obama, cedió, en la noche del martes ante Sanders, en las primarias de Oregón , donde el senador partía como favorito en un estado de población mayoritariamente blanca, un segmento del electorado muy proclive al legislador.
Por el contrario, Clinton, popular entre las minorías, como los hispanos y los afroamericanos, batió a su adversario por muy estrecho margen en Kentucky, estado donde las autoridades electorales la declararon vencedora “no oficial”.
Como publicó el miércoles el diario especializado Politico , el triunfo de Clinton sabe a “consuelo temporal”, dado que se trata de su única victoria en mayo, pues Sanders ha ganado tres de las últimas cuatro votaciones primarias demócratas.
“¡Hemos ganado Kentucky! Gracias a todos los que participaron. Unidos somos más fuertes”, afirmó Clinton en su cuenta oficial de la red social Twitter, en alusión a las grietas que se han abierto en el Partido Demócrata durante el reñido proceso de primarias.
De cualquier manera, las votaciones del martes no cambian el panorama en cuanto al cómputo de delegados que deben designar al abanderado demócrata a la Casa Blanca en la convención que el Partido celebrará en julio en Filadelfia.
Clinton cuenta con 2.291 delegados y necesita conseguir una mayoría de 2.383 para adjudicarse la candidatura, mientras que Sanders se encuentra muy a la zaga, con 1.528.
Salvo una catástrofe impensable, todo apunta a que Clinton superará el umbral de los 2.383 delegados el 7 de junio, cuando habrá votaciones en seis estados. Todas las miradas se centrarán ese día en California, el estado con más delegados en liza (548) y donde las encuestas, de momento, favorecen a Clinton.
Desde California, Sanders arengó este martes a sus seguidores y, lejos de admitir que sus opciones de alcanzar los 2.383 delegados es misión casi imposible desde un punto de vista matemático, prometió luchar hasta el final.
“Hay mucha gente ahí fuera, muchos expertos y políticos, que dicen que Bernie Sanders debería retirarse. Bien, déjenme ser muy claro: estamos aquí hasta que se emita el último voto”, manifestó.
“Si quieren al candidato más fuerte para derrotar a Donald Trump, Bernie Sanders es ese candidato”, agregó el aspirante del Partido Demócrata, en el que ha quedado al descubierto una notable división tras su caótica convención del pasado fin de semana en Nevada.
Seguidores de Sanders, muchos de ellos votantes jóvenes, provocaron altercados y profirieron amenazas en la reunión de Nevada en protesta por el reparto de delegados que elegirán el candidato presidencial.
La presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman, pidió civismo a las campañas del senador y la ex secretaria de Estado, aunque Sanders tildó de “sinsentido” las acusaciones contra sus simpatizantes.