Las autoridades británicas investigaban este miércoles el accidente de helicóptero en el este de Inglaterra en el que murieron cuatro militares estadounidenses el martes por la noche.
El aparato HH-60G Pave Hawk, de la base militar de Lakenheath, se estrelló cerca de la reserva natural de Cley-next-the-Sea, en la región de Norfolk, cuando participaba en un ejercicio de vuelo bajo.
Las fuerzas áreas estadounidense (USAF) y británica (RAF), y los servicios de emergencia civiles trabajaron toda la noche en el lugar del accidente, que esparció restos del helicóptero en un área pantanosa del tamaño de un campo de fútbol, dijo el responsable de la policía Bob Scully.
"Durante toda la noche, efectivos de la USAF y la RAF condujeron un examen de toda la zona, en un terreno difícil", dijo Scully a la prensa.
No hay de momento una explicación para lo ocurrido. Los equipos militares "llevarán a cabo una investigación más técnica que durará un tiempo considerable", dijo Scully.
El aparato llevaba municiones y la policía tuvo que restringir el acceso al parque natural porque quedaron repartidas por la zona.
El modelo Pave Hawk es una versión modificada del conocido helicóptero militar Black Hawk.
Sue McKnespiey, una tendera que vive cerca del lugar, dijo que oyó el ruido del helicóptero y que parecía que volaba "muy rápido y bajo".
"Estoy acostumbrada al ruido de helicópteros y este sonaba muy fuerte y raro", añadió. "Mi instinto me dijo que algo no iba bien", aseguró.
Gran Bretaña sufre estos días fuertes vientos e intensas lluvias.