Washington. AP. Después de pasar cinco años cautivo por la guerra en Afganistán, el sargento Bowe Bergdahl está de nuevo en manos de Estados Unidos, liberado a cambio de cinco encarcelados en Guantánamo por terrorismo, pero el canje causó un fuerte debate en Washington sobre si fue correcto que el Gobierno negociara con el Talibán.
Funcionarios estadounidenses dijeron ayer que la salud y seguridad del militar parecían en riesgo, lo que hizo que se tomaran acciones rápidas para su liberación.
Los republicanos opinan que el canje pudo poner en riesgo a soldados estadounidenses, en especial si los afganos liberados regresan a la lucha. El senador John McCain dijo sobre los detenidos que eran los más duros del núcleo.
Al visitar a los soldados en Afganistán, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, agradeció a las fuerzas de operaciones especiales que rescataron a Bergdahl, quien, de acuerdo con las autoridades, era el único prisionero de guerra que todavía estaba en manos de los insurgentes. El general Joseph Dunford habló de la emoción que se sintió entre las filas cuando se confirmó la liberación del sargento.
Bob y Jani Bergdahl, padres del militar e incansables activistas para su liberación, planeaban dar una conferencia de prensa ayer en su natal Hailey, Idaho.
El Talibán entregó a Bergdahl a un equipo de fuerzas especiales en un área en el este de Afganistán, cerca de la frontera con Pakistán.
Bergdahl, de 28 años, fue llevado a la base aérea Bagram en Afganistán para realizarle evaluaciones médicas, y luego sería transferido al centro médico regional Landstuhl, antes de reunirse con su familia en Estados Unidos.
Los oficiales dieron pocos detalles sobre la salud del militar, excepto que había perdido peso y que su salud se estaba deteriorando.
Malestar. Por su parte, los republicanos criticaron el canje de prisioneros. “Acabamos de poner precio a otros soldados de Estados Unidos”, dijo el senador Ted Cruz.
“¿Qué dice esto a los terroristas? Que si capturas a un soldado estadounidense lo puedes canjear por cinco terroristas”, agregó.
El sábado, los cinco detenidos partieron de Guantánamo a bordo de un avión a Catar , que fue intermediario de las negociaciones. Los liberados no podrán salir de este país por lo menos en un año.
Entre los liberados está un viceministro de inteligencia del Talibán, un exministro vinculado a Osama bin-Laden, líder de la red terrorista al-Qaeda y un funcionario que grupos de derechos humanos vinculan con asesinatos de chiitas en Afganistán en el 2000.
Algunos legisladores republicanos dijeron que Obama violó la ley cuando aprobó el intercambio sin notificar al Congreso 30 días por adelantado.