Boston y Washington. EFE, AP, AFP Dzokhar Tsarnaev, uno de los autores de los atentados terroristas en Boston y quien –según la Fiscalía– nunca mostró arrepentimiento, fue condenado ayer a morir , pero la ejecución podría tardar muchos años por los recursos que su defensa seguramente interpondrá.
Los 12 miembros del jurado –siete mujeres y 12 hombres– hicieron a un lado el argumento de los defensores en el sentido de que Dzokhar Tsarnaev era solo un “chico” que se dejó influir por las ideas extremistas de su hermano mayor, Tamerlán –de 26 años–, quien pereció a manos de la Policía.
Tanto la Fiscalía como el Gobierno estadounidense se congratularon por la decisión. “Este no fue un crimen religioso (...), fue un crimen político que tenía como objetivo intimidar a Estados Unidos”, sostuvo la fiscala federal Carmen Ortiz.
Para la secretaria de Justicia, Loretta Lynch, la pena capital es “una sanción adecuada por este horrible crimen”.
Tsarnaev, musulmán originario de Chechenia y nacionalizado estadounidense, preparó con su hermano los dos explosivos que colocaron cerca de la línea de meta de la Maratón de Boston, el 15 de abril del 2013. Tres personas murieron y 264 sufrieron heridas.
Los hermanos también asesinaron a un agente de seguridad del Instituto Tecnológico de Massachusetts mientras intentaban escapar de Boston.
El mismo jurado había hallado culpable a Tsarnaev, el 8 de abril, de los 30 cargos que se le imputaban en lo que ha sido el peor ataque en Estados Unidos desde el 11 de setiembre del 2001. Sería la primera aplicación de la pena capital por un delito federal en la era posterior a esos atentados terroristas. Se definió que la ejecución sea con inyección letal.
Deliberaciones. La decisión del jurado se conoció luego de 14 horas de deliberaciones en las cuales se concluyó que el joven era culpable de seis de los 17 cargos pasibles de condena de muerte.
Esta se solicitó para el nivel federal, pues tal práctica se abolió desde la década de 1980 en el estado de Massachusetts. Para ser ejecutado, al acusado deberán trasladarlo a otro estado.
El jurado debía decidir unánimemente; de lo contrario, recibiría de manera automática prisión de por vida sin posibilidad de libertad bajo fianza.
Al revisar los argumentos, ese cuerpo concluyó, entre otras cosas, que Tsarnaev nunca mostró arrepentimiento.
“Hoy (ayer), los miembros del jurado han hablado. Dzokhar Tsarnaev pagará por sus crímenes con su vida”, expresó la fiscala Carmen Ortiz.
La abogada defensora, Judy Clarke, habló de un joven impresionable, influenciado por Tamerlán, “el verdadero autor intelectual de los ataques”, una vida familiar sin raíces, un padre enfermo mental y una madre “intimidante”.
El padre del condenado, Anzor Tsarnaev, quien vive en Daguestán, Rusia, afirmó a la cadena de televisión ABC que era una “dura” noticia, pero que seguirá “luchando hasta el final” para tratar de salvar a su hijo.
La sentencia no la compartieron quienes se congregaron alrededor del tribunal con pancartas en las que podía leerse “la pena de muerte es asesinato”.
El presidente de Amnistía Internacional en Estados Unidos Steven W. Hawkins, manifestó que “la pena de muerte no es justicia” y que “ningún Gobierno puede presumir de ser líder en derechos humanos cuando sentencia a prisioneros a muerte” .