Washington
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, mostró una vez más este domingo su desapego por las formas diplomáticas al criticar a China, a la que atacó por su política cambiaria y militar, en medio del proceso de selección de su eventual secretario de Estado.
En mensajes transmitidos a través de la red social Twitter, Trump acusó a Pekín de devaluar su moneda para competir mejor con las empresas estadounidenses y de "construir un enorme complejo militar en el mar de China del sur".
"¿China nos ha preguntado acaso si está bien que devalúe su moneda (lo que dificulta la competencia de nuestras empresas), imponer fuertes impuestos a nuestros productos o construir un enorme complejo militar en medio del mar de China del sur? No lo creo!", dijo el magnate republicano en un par de mensajes transmitidos por Twitter.
Las declaraciones de Trump se conocen luego de que mantuviera, el viernes, una polémica conversación telefónica con la presidenta de Taiwán, rompiendo 40 años de tradición diplomática y causando una fuerte reacción de Pekín.
El diálogo telefónico con Tsai Ing-wen fue "nada más" que una conversación de cortesía que tuvo lugar a iniciativa de la presidenta de Taiwán, que pretendía felicitar a Trump por su victoria, dijo el domingo el vicepresidente electo Mike Pence.
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Sin embargo, el Washington Post reportó el domingo que la llamada había sido considerada durante semanas, con la intención de señalar un giro mayor en la política de Washington hacia Taiwán y China. El artículo del cotidiano cita fuentes involucradas con la llamada.
El sábado, Pekín remarcó que "solo existe una China, y Taiwán es una parte inalienable del territorio chino".
Pero si Trump puede provocar fuertes rechazos también concita simpatías de parte de personalidades que se ofrecen a ayudarlo, comentó este domingo su cercana asesora Kellyanne Conway al llegar al cuartel general del presidente electo, la Trump Tower de Nueva York.
Conway dijo que el magnate republicano amplió el espectro de búsqueda de quien será su secretario de Estado desde el 20 de enero.
No reveló nombres, pero la prensa estadounidense evocó el de Jon Huntsman, exgobernador del estado de Utah y sobre todo embajador en China entre el 2009 y el 2011. También se menciona a Rex Tillerson, presidente del mayor grupo petrolero del mundo, ExxonMobil.
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Ambos se suman a los ya conocidos del exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, el exrival de Trump en las primarias republicanas Mitt Romney, el exdirector de la CIA David Petraeus, el senador Bob Corker y el exembajador en la ONU John Bolton. Los cinco fueron confirmados este domingo por Mike Pence.
Todos los candidatos al cargo de jefe de la diplomacia estadounidense "deben comprender que su primera responsabilidad (...) será aplicar y adherir a 'Estados Unidos primero'", clave de la futura política exterior estadounidense, dijo Conway.
En la madrugada de este domingo Trump recordó esa máxima a los empresarios, advirtiéndoles, también por Twitter, que no incurran en el "muy costoso" error de trasladar su producción al extranjero.