Washington. AFP. Legisladores estadounidenses afirmaron ayer que un acuerdo presupuestario estaba al alcance de la mano y podría darse a conocer hoy, dos días antes del comienzo del periodo en que el país podría entrar en default , el primero de su historia.
Tras varios días de bloqueo, el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitch McConnell, evocaron la posibilidad de una rápida solución al enfrentamiento que paraliza al Estado federal desde hace dos semanas .
“Hicimos avances fenomenales; todavía no llegamos a un acuerdo, pero los avances son fenomenales”, dijo Reid al concluir un nueva jornada de negociaciones aún infructuosas. “Esperamos que, tal vez, mañana (martes) sea un gran día”, agregó.
Hoy por la mañana, un plan elaborado por ambos dirigentes debe ser presentado a un grupo de senadores republicanos. Según uno de ellos, Bob Corker, a mitad del día deberían conocerse los términos de la transacción.
Agregó: “El marco del acuerdo ya ha sido establecido, pero todavía hay que precisar detalles”.
El optimismo lo compartía la Casa Blanca, pero todavía faltaba superar resistencias de legisladores republicanos, sobre todo en la Cámara de Representantes, donde un grupo de parlamentarios del Tea Party, el sector más conservador del partido, se mantenía reacio a toda concesión.
Dando y dando. Varios medios de prensa indicaron que el acuerdo incluiría una medida que permitiría al Tesoro continuar solicitando créditos hasta febrero y al Estado federal reabrir por completo hasta mediados de enero, a cambio de diversas concesiones de los demócratas sobre ciertos aspectos de la ley de reforma del sistema de salud.
Negociaciones presupuestarias formales serían de inmediato iniciadas entre el Senado y la Cámara de Representantes para el resto del año venidero.
El plan, que no ha sido oficializado, sería presentado a la bancada republicana en el Senado hoy en la mañana, a puertas cerradas.
Reid y McConnell asumieron la conducción de las negociaciones el fin de semana, después del fracaso de los contactos entre la Casa Blanca y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
Los tres dirigentes, así como la líder de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, debían participar ayer en la tarde en una reunión con el presidente Barack Obama, pero la Presidencia anunció luego que la reunión se postergó “para permitir a los líderes del Senado continuar avanzando hacia una solución para subir el límite de endeudamiento y reabrir servicios públicos”.
En todo caso, la Cámara Baja, donde los republicanos están bajo fuerte influencia del Tea Party, deberá pronunciarse sobre un eventual acuerdo en el Senado.
¿Habrá default ? “Si esta semana no empezamos a hacer verdaderos avances, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, y si los republicanos no aceptan dejar de lado sus preocupaciones partidarias (...), corremos el riesgo de entrar en default ”, dijo Obama.
Mas uno de los tres galardonados ayer con el Premio Nobel de Economía, Robert Shiller, minimizó tal riesgo.
“Creo que la crisis se resolverá. No veremos un default. Y si lo vemos será por un día o algo así; incluso si es más tiempo, no es el fin del mundo”, comentó.
El Departamento del Tesoro advirtió de que a partir del jueves no podrá hacer frente a sus compromisos, por lo que para esa fecha el Congreso debería votar una ley para elevar el límite de endeudamiento y evitar una cesación de pagos.
La suerte del dólar, moneda de reserva mundial, y los bonos del Tesoro, considerados como los más seguros del planeta, dependen de las negociaciones que republicanos y demócratas realizan en el Congreso. ”.
Los republicanos quieren sacar provecho del apremio para obtener reformas en el presupuesto, en particular en el sistema de jubilaciones y el plan de salud pública para los mayores de 65 años y los ciudadanos más necesitados.
Los legisladores deben resolver dos asuntos al mismo tiempo: subir el límite de la deuda y adoptar una ley de presupuesto que permita la reapertura de las agencias federales, cerradas desde el 1.° de octubre , a falta de la aprobación de un presupuesto para el año fiscal 2014.
El techo de la deuda es el monto máximo por el que puede endeudarse el Gobierno, que no puede ser superado. Pero el Gobierno federal se financia con déficit (3,9% del PIB en 2013) y está obligado a seguir endeudándose para renovar su deuda y financiar sus gastos.
Nadie sabe la fecha exacta en la que el Tesoro dejaría de asegurar sus pagos. Podría ser en cualquier momento después del 17 de octubre, en función de las variaciones diarias de la Tesorería.