El Cairo
Al menos una persona murió y otras 36 resultaron heridas cuando las protestas convocadas este viernes por los islamistas egipcios derivaron en enfrentamientos entre partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi y vecinos, informó el Ministerio de Sanidad.
El portavoz de Sanidad, Mohamed Fathalá, dijo que un hombre falleció en la ciudad mediterránea de Port Said al ser alcanzado por un disparo, mientras que la agencia oficial Mena informó de al menos tres heridos graves.
La agencia egipcia dijo que también se produjeron enfrentamientos en El Cairo, Alejandría (norte) y en las ciudades del delta del Nilo de Tanta y Mahala al Kubra.
Después del rezo del viernes, hubo varias marchas en El Cairo y en su periferia, pero no reunieron más que a cientos, a veces unos miles, de manifestantes, que protestaban en contra de lo que consideran un golpe de Estado militar contra Mursi.
La policía ha dispersado con granadas lacrimógenas en una manifestación de solo una treintena de personas en una plaza del centro de la capital. "Somos pocos porque la policía ha bloqueado la entrada a la plaza", explicó el manifestante Mohamed el Gezairi.
Algunos enfrentamientos opusieron también a los manifestantes y a las fuerzas de seguridad en diferentes puntos del país, pero sin gravedad, según responsables de seguridad.
Desde hace 10 días, las manifestaciones se hacen escasas y no reúnen más que a unos centenares de personas entre semana y unos miles el viernes, mientras los Hermanos Musulmanes movilizaban a cientos de miles de seguidores antes del 14 de agosto, cuando el ejército y la policía lanzaron los primeros asaltos mortíferos contra las concentraciones pro Mursi.
Primer presidente elegido democráticamente en Egipto, Mursi fue depuesto y detenido el 3 de julio por el ejército después de que millones de manifestantes reclamaran su salida.
El 14 de agosto, el gobierno nombrado por el ejército ordenó la dispersión por la fuerza de todas las concentraciones pro Mursi, una operación que provocó un baño de sangre, en particular en El Cairo.
Más de un millar de personas murieron en una semana, en su mayoría manifestantes, y más de 2.000 miembros de los Hermanos Musulmanes han sido detenidos desde entonces, incluidos casi todos los dirigentes de la hermandad.