Bagdad
La explosión de una bomba en un santuario sufí lleno de gente en Pakistán dejó ayer por lo menos 70 muertos y más de 150 heridos, mientras que una acción similar, en Irak, 52 personas perdieron la vida.
El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó la responsabilidad en ambos ataques.
El atentado de Pakistán se llevó a cabo contra el santuario de Lal Shahbaz Qalandar en la ciudad de Sehwan, en la provincia de Sindh, a unos 200 kilómetros al noreste de la capital, Karachi.
Una fuente policial explicó que un kamikaze entró en el templo y accionó la carga explosiva que portaba cuando se encontraba en medio de los fieles. El lugar estaba lleno de personas este jueves, considerado como un día sagrado de rezo para esta comunidad, rama del islam que algunos grupos radicales consideran como herética.
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Se trata del atentado más sangriento en lo que va del año en Pakistán.
El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó rápidamente su autoría por medio de su agencia de propaganda Amaq.
"Tememos que el número de víctimas aumente", dijo Munawar Ali Mahesar, funcionario del gobierno local, al indicar que los servicios de emergencia intentaban salvar a los heridos.
"Algunos cuerpos estaban decapitados, desmembrados, y los heridos gritaban de dolor", contó el testigo Haq Nawaz Khan Solangi. "Parecía que había llegado el día del Juicio Final, los cuerpos yacían en charcos de sangre", agregó.
El primer ministro pakistaní, Nawaz Sharif, condenó el ataque en un comunicado. "Un atentado contra uno de nosotros es un atentado contra todos nosotros", declaró.
"Los últimos días fueron difíciles y mi corazón está con las víctimas", añadió.
Pakistán ha vivido una mejora en seguridad en los últimos dos años, pero una serie de ataques en esta semana –la mayoría reivindicados por los talibanes– ha sacudido la creciente sensación de optimismo.
Ataque en Irak
En tanto, el atentado en Bagdad se produjo tras la explosión de un coche bomba en una zona de concesionarios de automóviles en el barrio de Bayaa, en el sur de la capital.
El ataque se considera como el más sangriento en Bagdad en lo que va del 2017.
"Un ataque terrorista con coche bomba fue cometido cerca de la zona de concesionarios de coches en Bayaa", informó en un comunicado un vocero del mando militar encargado de la capital iraquí.
En el lugar se observaron decenas de carros carbonizados.
Un funcionario del Ministerio del Interior dio un balance de 52 muertos y más de 50 heridos, una información confirmada por fuentes hospitalarias.
El lugar del ataque es un solar donde se organizó un mercado de automóviles al que acudieron cientos de personas.
El Estado Islámico reivindicó el ataque y dijo que iba dirigido contra "una congregación de chiitas", en un comunicado publicado por su agencia Amaq.
Pese a los reveses de los últimos meses y a la pérdida de terreno en Irak y en la vecina Siria, el grupo yihadista logra cometer atentados sangrientos.
Desde el lanzamiento, el 17 de octubre, de una ofensiva de las fuerzas iraquíes para reconquistar Mosul, la segunda ciudad del país, el número de atentados del Estado Islámico en Bagdad ha aumentado.