Damasco. AFP. Alrededor de 60 personas murieron en ataques contra barrios en manos del Gobierno sirio en Damasco y Homs ayer, en una jornada de violencia marcada por acusaciones contradictorias de utilización de armas químicas.
En Raka (norte), los yihadistas del Estado Islámico en Irak y en el Levante (EIIL) afirmaron haber crucificado a dos hombres acusados de haber hecho un atentado.
En Homs, controlada en gran parte por el Ejército regular, por lo menos 45 personas murieron y 85 resultaron heridas en un atentado con coche bomba y por un disparo de cohete, anunció el gobernador, Talal al-Barazi.
La violencia ocurrió en el barrio de Zahra, que tiene mayoría alauita, confesión a la que pertenece el presidente Bashar al-Asad, precisó el funcionario.
El coche bomba causó 36 muertos y 75 heridos, y media hora más tarde, durante la evacuación de las víctimas, un cohete de fabricación artesanal produjo nueve víctimas fatales y diez heridos, añadió.
En Homs, tercera ciudad de Siria y apodada la “capital de la revolución” a inicios de la revuelta en el 2011, los rebeldes solo controlan el centro de la ciudad, hoy en ruinas, y dos barrios periféricos.
En la Ciudad Vieja (Damasco), 14 personas fallecieron y 86 resultaron heridas por cuatro obuses disparados por “terroristas” contra un instituto de estudios religiosos, afirmó la agencia oficial Sana.
En la terminología oficial, la palabra “terrorista” designa a los opositores y rebeldes que buscan derrocar al régimen.
Mientras, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció ayer que iniciará una investigación sobre posibles ataques con uso de cloro . “La salida del equipo está prevista en breve”, agregó la OPAQ, agencia que supervisa el proceso de desarme químico al cual se comprometió el país árabe.
La OPAQ precisó que el gobierno sirio había aceptado la llegada de esta misión y se “comprometió a asegurar la seguridad en las zonas bajo su control”.
Francia y Estados Unidos acusaron al gobierno sirio de haber utilizado un producto industrial tóxico en ataques contra los rebeldes en el centro del país.
Según el Daily Telegraph , análisis realizados en un laboratorio no precisado sobre muestras en el terreno en tres ataques revelaron “rastros importantes sin dudas de cloro y amoniaco”, productos industriales tóxicos pero comunes.
El régimen responsabilizó a los rebeldes.