Hassaké, Siria
El régimen sirio y las fuerzas kurdas acordaron este martes un alto el fuego tras una semana de violentos combates en Hassaké (noreste), informaron una fuente oficial kurda y la televisión pública siria.
"Un acuerdo final de alto el fuego fue cerrado bajo los auspicios de responsables militares rusos", afirmó un comunicado de la región autónoma kurda. La televisión oficial siria también confirmó el acuerdo.
Según responsables kurdos, las fuerzas del régimen y los milicianos kurdos del YPG (Unidades de Protección del pueblo kurdo) se retirarían de la ciudad, que pasará bajo control de los Assayech (policía kurda) y de la policía gubernamental.
Tras estos combates, que causaron la muerte de 29 personas, entre ellas 15 niños, los kurdos controlan el 90% de esta ciudad mientras que las fuerzas gubernamentales solo ocupan el centro, donde se hallan los edificios oficiales.
Los kurdos de Siria (15% de la población) autoproclamaron en marzo una "región federal", con la aspiración de unir en un solo territorio sus dominios en el norte de Siria, donde se encuentra Hassaké.
Turquía, cuyo mayor enemigo son los kurdos por el temor a que reclamen un Estado propio e intenten cercenar parte del país para el Kurdistán, declaró este martes que brindará "todo tipo de apoyo" a una operación de rebeldes sirios desde su territorio contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que domina la localidad siria de Jarablos, cerca de la frontera entre ambos países.
"No queremos a Dáesh (uno de los acrónimos en árabe del EI) en Irak ni en Siria. Aportaremos todo tipo de apoyo a la operación (cuyo objetivo es echar a los yihadistas) de Jarablos", declaró el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, en conferencia de prensa.
Jarablos es el último punto de paso controlado por el EI en la frontera sirioturca.
Centenares de rebeldes sirios apoyados por Ankara preparan la ofensiva, según fuentes insurgentes citadas por la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Ankara quiere impedir que Jarablos caiga en manos de las milicias kurdas (que también combaten al EI) y al mismo tiempo "abrir un corredor para los rebeldes moderados", subrayó un responsable turco.
La artillería turca bombardeó este martes posiciones del EI en Siria en respuesta a disparos de mortero y cohetes sobre Karkamis y alrededores. La policía turca ordenó a los habitantes evacuarla "por razones de seguridad".
Este martes de madrugada, al menos dos obuses habían caído en Karkamis sin causar heridos, según la cadena de información CNN-Türk. En respuesta, unos 60 obuses de la artillería turca impactaron en cuatro posiciones del EI en Jarablos, según esta fuente.
Horas más tarde, otros tres cohetes disparados desde territorio sirio cayeron en la ciudad fronteriza de Kilis, también sin causar heridos, según la agencia Anadolu. La artillería turca también respondió a estos disparos.
Rami Abdel Rahmane, director del OSDH explicó que los bombardeos turcos quieren "impedir el avance de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) hacia Jarablos", e impedir que los kurdos ganen más posiciones en la frontera.
Las FDS son una alianza de combatientes kurdos y de grupos armados árabes que luchan contra el EI.
El lunes de noche, la artillería ya había bombardeado posiciones de esta milicia, de la milicia kurda PYD (Partido de la Unión Democrática) y del EI en el norte de Siria, informó la prensa local.
Según el OSDH un comandante kurdo de Jarablos fue asesinado y los kurdos acusaron de ello a los servicios secretos turcos.
Turquía califica al EI y al PYD de organizaciones terroristas y los combate pese a que su aliado estadounidense apoya a los kurdos que luchan contra los yihadistas en Siria.
Esta cuestión, así como la extradición del antiguo imán Fethullah Gülen, que las autoridades turcas afirman que orquestó el golpe de Estado fallido del 15 de julio, será tratada durante la visita del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, a Ankara este miércoles.
Gülen vive desde 1999 exiliado en Estados Unidos.
El lunes, el primer ministro turco Binali Yildirim exhortó a las potencias implicadas en la crisis siria -Rusia, Estados Unidos, Irán- a unir sus fuerzas para "abrir una nueva página" en Siria. Por su lado, Cavusoglu abogó por la necesidad de "limpiar" de yihadistas la frontera turcosiria (900 km).
El sábado, un atentado en la localidad turca de Gaziantep, cerca de la frontera con Siria, costó la vida a 54 personas que asistían a una boda kurda, entre ellos varios niños.
Sin embargo, hay gran confusión en torno a los autores de la matanza.
"Ignoramos totalmente quiénes son los autores de este atentado. Las informaciones sobre los autores y el nombre de su organización son desgraciadamente inexactos", declaró Yildirim.
Estas declaraciones de Yildirim contradicen al presidente Recep Tayyip Erdogan, quien mencionó la víspera a un joven de entre 12 y 14 años "probablemente" del grupo EI, como autor del mismo.
Abdulkadir Selvi, editorialista del diario Hurriyet, afirmó el martes que este atentado había sido una advertencia antes de la ofensiva de Jarablos.
Yildirim había dicho el fin de semana que su país quería un rol más activo en el conflicto sirio, para impedir que Siria quede dividida entre diferentes comunidades.
Entretanto, casi seis semanas después del fallido golpe, una segunda reunión en un mes -hecho inédito- del Consejo militar supremo (YAS) se celebró en Ankara para abordar la reestructuración del ejército, la mitad de cuyos generales han sido encarcelados o destituidos.
Unos 586 oficiales con rango de coronel pasarán a retiro, anunció el ministerio de Defensa.